(Agencias/InfoCatolica) “Siempre quise saber y exponer el sentido exacto de lo que quería decir el Concilio Vaticano II, inicialmente sobre la familia; y después sobre los otros temas de sus documentos centrales, para así transmitirlo a los interesados en la doctrina de este Concilio”, señaló Monseñor Gil Hellín.
Hay que recordar que “este libro tiene una actualidad impresionante, y me quedé con la pena de no habérselo podido ofrecer a Juan Pablo II que tanto amaba esta materia y por la cual tanto abogó”, indicó el arzobispo. El acto, celebrado en el edificio de las Facultades Eclesiásticas, y organizado por la facultad de Derecho canónico, contó con la presencia del arzobispo de Pamplona, Monseñor Francisco Pérez.
Confirmó además que con este libro pretende que “el Concilio acabe de calar en las facultades, en los teólogos, los juristas, y, sobre todo, en los seglares que se dedican profesionalmente al derecho y a la política, porque en este tema -la libertad religiosa- está la base de la verdadera democracia; forma parte de los cimientos de todos los derechos fundamentales. Si se niega éste caen todos“.
El arzobispo de Burgos consideró que hay que conquistar personalmente la libertad religiosa, y el modo de conquistarla es vivirla “con la naturalidad y coherencia en nuestra actuación. No tratamos de que nadie se manifieste como religioso, o de una confesión concreta, si no responde a la verdad de su vida o convicciones”. Pero, “sí hay que conquistar espacio de libertad con la coherencia de la profesión, la coherencia de manifestar con libertad lo que hay en la convicción profunda de cada persona”.
Precisamente en su última reflexión semanal, monseñor Gil Hellín ha alerta do de que “el mundo corre el riesgo de abrazar una nueva dictadura: la dictadura del relativismo”, y de que cada vez resulta más evidente que tanto la Iglesia Católica como el Papa Benedicto XVI se enfrentan a “un eje mundial laicista, formado por elementos significativos de la Unión Europea, las Naciones Unidas y, más recientemente, Estados Unidos”.
“Este eje, dice, se ha mostrado incapaz de aceptar algo que no sean sus propios valores. Y así, pese a las evidencias científicas, en nombre de la razón ha criticado irracionalmente al Papa y se ha mostrado irracional frente a la moral y fe de la Iglesia Católica”, señaló el Arzobispo.