(Asia News) Los funcionarios del régimen también han clausurado todas las organizaciones subsidiarias de la comunidad, y procedieron a la confiscación de sus bienes y al interrogatorio de un grupo de más de 20 fieles. La dictadura acusa a la iglesia de Shouwang de no inscribirse como «organización social» en las oficinas de gobierno.
El día de la clausura, los fieles que solían asistir a las lecciones sobre la Biblia tenían previsto encontrarse a las 13 horas, pero las autoridades se llevaron a 20 ó 30 de ellos hasta una escuela cercana, para someterlos a un interrogatorio. Los funcionarios constataron su identidad y les comunicaron que la iglesia había sido clausurada y que ya no podrían reunirse más. Así mismo, ordenaron al pastor, Zhang Xiaofeng, que firmase una declaración por la cual se afirma que la iglesia «ha llevado adelante actividades en calidad de organización social sin contar con el debido registro, violando el Reglamento de Asuntos Religiosos y las normativas referidas al registro y gestión de las organizaciones sociales».
Sin embargo, más allá de las acusaciones, lo cierto es que la Iglesia de Shouwang presentó una solicitud ante la Oficina de Asuntos étnicos y Religiosos de Haidian en el año 2006. Los funcionarios rechazaron el expediente, porque el pastor responsable, Jin Tianming, no contaba con el reconocimiento del Estado. En China, los líderes que no reciben credenciales del gobierno no están autorizados a desempeñar el trabajo pastoral, pero muchos de ellos aún siguen brindado su servicio en iglesias que no están registradas. Ateniéndose a las estimaciones elaboradas por organizaciones protestantes, en el país hay más fieles no-oficiales (entre 80 y 90 millones) que miembros del Movimiento de las tres Autonomías (Movimiento que congrega a comunidades protestantes aceptadas por el régimen y que reúne a 20 millones de fieles).
La iglesia de Shouwang está en la mira de las autoridades desde su misma fundación, que tuvo lugar en 1993, por obra de Jin Tianming y su esposa. Además de sufrir la confiscación de sus propiedades valoradas en varios millones de dólares, Jin y los demás miembros de la iglesia fueron sometidos a arresto domiciliario. A causa de la presión que se ejerce sobre ella, algunos miembros de la Iglesia han decidido huir de China o bien ceder a las exigencias del gobierno. En el 2009, la comunidad compró un edificio de 1.500 metros cuadrados donde desarrollar sus actividades, pero las autoridades han impedido su uso de manera sistemática. Desde el 10 de abril de 2011, la comunidad comenzó a reunirse en espacios al aire libre, como calles y parques, exponiéndose cada semana al arresto de varios de sus miembros.