(Christian Persecution/InfoCatólica) Según el Dr. Thang, hay al menos 2,000 hogares, con un total de aproximadamente 10,000 personas, en las comunidades de Hmong y Montagnard, a quienes se les niegan los derechos civiles más básicos porque profesan la fe cristiana.
Aquellos que se negaron a renunciar a su fe según lo solicitado por el gobierno fueron deportados de sus aldeas.
Sus derechos de «hukou» (empadronamiento) y de identificación nacional fueron posteriormente retirados. Como resultado, no pueden moverse libremente por el país y no tienen acceso a beneficios públicos como la educación y la atención médica.
Otra de las consecuencias que sufren esos miles de cristianos es que cuando se casan no reciben el certificado civil del matrimonio y no pueden obtener el certificado de nacimiento de sus hijos.