(Efe) «Las personas que se reúnen a negociar, a dialogar, deben mostrar su buena voluntad fuera del recinto», dijo Báez, en referencia a la violencia empleada por la Policía de Nicaragua contra ciudadanos que querían participar en una marcha contra el Gobierno de Daniel Ortega el pasado sábado en Managua.
El obispo respondió con esas palabras ante las preguntas de los periodistas, sobre si las negociaciones deben continuar después de la violencia ejercida por el Gobierno a través de la Policía.
«Yo creo que en un diálogo es muy importante continuamente ir tomando el pulso del camino del diálogo, no solamente al interior del recinto donde se realiza el diálogo, yo estoy seguro de que la mejor forma de medir la autenticidad de un diálogo es fuera de la mesa, fuera del recinto donde se está dando el diálogo», sostuvo Báez.
La semana pasada la Alianza Cívica se levantó de la mesa de negociaciones por considerar que el Gobierno carece de «voluntad política» para resolver la crisis, entre las sospechas de que Ortega supuestamente utiliza el diálogo para ganar tiempo en el poder, ante la imposibilidad de gobernar el país.
Para el prelado, los cientos de «presos políticos» del Gobierno deben salir de inmediato, como requisito para que aligerar las negociaciones.
Mons. Báez conoce a fondo a las partes negociadoras, ya que junto con el resto del Episcopado, fue mediador del diálogo nacional entre el Gobierno y la Alianza que se inició en mayo pasado, y que Ortega abandonó en julio al acusar a los obispos de apoyar un supuesto golpe de Estado.