(ACI Prensa) La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) exigió este viernes al Ejército de Liberación Nacional (ELN), reflexionar sobre sus graves acciones y abandonar las armas para sumarse a los esfuerzos por lograr una paz verdadera.
En su mensaje al finalizar la 107° Asamblea Plenaria de la CEC, los obispos pidieron al ELN reflexionar «sobre sus graves acciones, con las cuales ha herido profundamente al pueblo colombiano y, sobre todo, ha roto el horizonte de confianza y paz».
«Pedimos a esta guerrilla manifestaciones inequívocas de su voluntad de paz: abandonen las armas, súmense al esfuerzo de tantos hermanos que han dejado el camino de la violencia a la lucha por una paz verdadera», expresaron.
El jueves 17 de enero el ELN atacó con un carro bomba la Escuela de Cadetes General Santander en Bogotá, asesinando a decenas de cadetes y dejando varios heridos.
En febrero de 2017 este grupo armado y el Gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos mantenían diálogos de paz en Quito (Ecuador). Sin embargo, una serie de atentados dejaron en suspenso las negociaciones, las cuales no han sido retomadas por el nuevo mandatario Iván Duque.
En su mensaje, los obispos también pidieron «a las organizaciones armadas ilegales» a «tomar conciencia del rechazo general de la sociedad a la violencia que quieren imponer».
En su texto, la CEC también exhortó a «perseverar en la construcción de la reconciliación y la paz», asumiendo la «cultura del encuentro, que nos permite aceptar las diferencias y desactivar los odios y las venganzas entre colombianos».
Asimismo, citó el mensaje que dio el Papa Francisco en un Ángelus (el 1 de septiembre del 2013): «la cultura del encuentro, la cultura del diálogo; éste es el único camino para la paz», donde invita al Gobierno nacional a «definir e implementar una política integral de paz, respaldados por ellos».
«Lucha abierta contra la corrupción en todos los escenarios», la CEC enfatiza que la corrupción «se ha convertido en uno de los más graves flagelos, que impide el progreso de las regiones y destruye la confianza en las instituciones».
Invitan a que en el nuevo proceso electoral de este año puedan tener «la oportunidad de avanzar en la lucha contra este cáncer de la corrupción y construir juntos el bien común. Ejerzamos libre y responsablemente el voto, para que venzamos los vicios de la política».
Y agradecen a «los servidores públicos, políticos, empresarios y ciudadanos pulcros, honestos, verdaderos servidores, que sienten y piensan en función del bien común».
«La equidad y solidaridad: expresiones de transformación social», en este último mensaje motivan a «que se avance en el compromiso de servicio y solidaridad con los pobres, los marginados y los migrantes».
«Es hora de hacer más para superar las profundas desigualdades que existen entre los hermanos de una misma nación; hay que dirigir más la mirada hacia las regiones marginadas», invitando a practicar la «solidaridad como un imperativo ético y moral».
De la misma manera invita a continuar apoyando a los migrantes venezolanos, «valoramos los esfuerzos de muchísimas personas e instituciones para asistirlos y animamos a todos a acogerlos con bondad y a protegerlos fraternalmente».
Finalizan este mensaje, «invitando a todo el pueblo colombiano a mantener viva la esperanza, pues se sabe “que la esperanza no nos defrauda” (Rm 5,5)».
En esta Asamblea, los obispos reflexionaron sobre la dimensión social de la evangelización donde también abordaron temas sobre la vida eclesial y la realidad nacional.
