(AsiaNews). Los discapacitados «no sólo tienen necesidad de dinero y de cosas materiales, sino también de amor, atenciones y cuidados». Es lo que afirma el Pbro.  Peter Huỳnh Trọng, vicario de Thủy Yên y coordinador de las actividades sociales y caritativas en el distrito de Hải Vân (diócesis de Huế). Con ocasión de un encuentro con los voluntarios que participan en las iniciativas de Caritas diocesana, el sacerdote comenta: «En la sociedad, hay muchos pobres, enfermos y discapacitados. Queridos hermanos y hermanas, estamos realizando actividades caritativas y sociales con la consciencia de ser cristianos. Por lo tanto, ustedes son un signo del amor de Dios y de la presencia de la Iglesia en medio de estas personas desdichadas».

En las provincias de Thừa Thiên–Huế y Quảng Trị, abarcadas por el territorio de la diócesis centro-septentrional, los católicos son casi 70.000,  es decir, el 4% de una población de alrededor de 1,75 millones de personas. Según las últimas estadísticas, solamente considerando la primera provincia, las personas que portan discapacidades suman cerca de 40.000. La mayor parte de ellas viven en condiciones económicas precarias y accede con dificultad a los servicios de formación y asistencia sanitaria.

Los trabajadores sociales y los miembros de Caritas diocesana llevan adelante una labor para afrontar la discriminación social que afecta a los discapacitados, tanto en el ámbito urbano como en el área rural. Para promover la autonomía de estas personas y de sus familias, desde el 2009, el brazo humanitario de la diócesis de Huế, se dedica a consolidar una red de parroquias, formando voluntarios a nivel local. 

En vista del Tết Nguyên Đán, la celebración que inaugura el Año Nuevo lunar (5 de febrero) en Vietnam, Caritas Huế está trabajando con las parroquias para impulsar a los católicos a visitar y  sostener a los menos afortunados y a hacer colectas de donaciones. En 2018, las nueve parroquias del distrito de  Hải Vân asistieron a 135 personas discapacitadas.

Actualmente, Caritas Huế trabaja en la integración de las personas discapacitadas –católicas y no- con nueve centros del territorio, en las respectivas comunidades. En las parroquias de Phước Tượng, Chánh Xuân, Thủy Yên, Thừa Lưu y Truồi se desempeñan 24 colaboradores que participan en pequeños proyectos. Estos «voluntarios de la comunidad» están preparados con conocimientos básicos en materia de asistencia social. Esto les permite introducir en el mundo del trabajo a personas abandonadas o muy pobres. El año pasado, Caritas diocesana organizó un encuentro que congregó a voluntarios y a 65 discapacitados, con el propósito de compartir experiencias e iniciativas. 

El Pbro. Anthony Nguyễn Ngọc Hà, responsable de Caritas diocesana, dice: «Necesitamos la cooperación y el sostén de las parroquias y comunidades locales. Por ello, el rol de los colaboradores y jóvenes voluntarios es fundamental».  Thomas Hoàng Kim Khánh, responsable de la división dedicada a los discapacitados, concluye: «Si bien sólo 9 de las 19 parroquias se han sumado a las actividades caritativas, los voluntarios han trabajado duramente y demuestran amor por esto, creando buenas condiciones para ayudar a las personas a recuperarse en la vida».