(GaudiumPress/InfoCatólica). La Madre Agnes Mariam de la Croix, Carmelita Descalza, Abadesa del Monasterio de Santiago el Mutilado en Siria, participó el 12 de enero en las VIII Jornadas de Pastoral de Toledo, España. Con motivo de su visita al país, la revista española Alfa y Omega entrevistó a la religiosa, quien relató detalles de su labor en favor de la paz en Oriente Medio y narró un testimonio sobre un hecho providencial que le salvó a vida y permitió el rescate de miles de civiles durante la ocupación de Damasco:
«Queríamos evacuar a millares de personas atrapadas en Moaddamiyya, un suburbio al oeste de Damasco. Sabíamos que había niños que morían de hambre y también adultos. Nos decían que tenían mucho sufrimiento por la falta de alimentos. Los rebeldes no accedieron al deseo de la gente de salir y después de esperar varias horas y de tirar todo por la borda, casi sin pensar dije: Voy a ver lo que pasa dentro. Pedí una bandera blanca. Una hermana me decía: ¿Qué vas a hacer? Yo no te lo permito. Le dije: Mire, tenga fe en el Espíritu Santo. Y cuando vio que no había manera de convencerme, la pobre me siguió. La verdadera heroína es ella», dice.
«Ya dentro de la ciudad, en el cuartel de los rebeldes varios terroristas quisieron juzgarnos en el tribunal militar, es decir, para degollarnos; pero los rebeldes moderados nos defendieron. Hubo un conflicto entre ellos durante media hora en la habitación cerca de la nuestra. Por medio, uno de ellos entró en nuestra habitación y disparó sobre la cabeza de nuestro mediador sin que sucediera nada. Una semana después, cuando pudimos continuar evacuando a la gente, esa persona vino a decirnos que su pistola estaba armada y no sabía por qué, pero la bala no salió. Para nosotras fue un milagro del Señor», continúa narrando la Abadesa del Monasterio de Santiago el Mutilado en Siria
«Vivimos momentos muy duros y peligrosos pero con la gracia de Dios estamos vivas. Así pudimos evacuar 6.500 personas de Moaddamiyya, el número más grande de personas, hasta la liberación de Alepo donde las Naciones Unidas negociaron la evacuación de más personas», concluye la madre Agnes Mariam de la Croix su narración.
Con información de Alfa y Omega.