(Efe) Mons. Gil Tamayo, que mantuvo ayer un desayuno informativo con los periodistas tras su ordenación episcopal el pasado 15 de diciembre, ha señalado que en este asunto la Iglesia está «empeñada en un trabajo serio», en el que «se prime a las víctimas» y «yendo con seriedad».
«La urgencia no nos puede quitar de la seriedad y de ponerlo en un primer plano», ha argumentado el prelado, antes de apuntar que en esta dirección se está «trabajando en coordinación con la Santa Sede».
Tras defender la necesidad de «pensar en las causas, en los remedios y en la prevención», poniendo el cuidado «de los más pequeños, débiles e indefensos en este sentido, para que tengan una vivencia en la Iglesia segura».
Al mismo tiempo, el obispo de Ávila ha querido «llamar la atención» en lo que ha denominado «justicia informativa», de manera que «no se polarice en una institución como la Iglesia, donde la inmensa mayoría de los sacerdotes están entregados, poniendo sólo el punto negro en que es una minoría».
«Una minoría tan pequeña, que es en la que participa el resto de colectivos en la sociedad», ha argumentado Gil Tamaño, antes de añadir: «Está demostrado que la mayoría de los casos de abusos se dan en los ámbitos familiares y nadie focaliza sobre los ámbitos familiares esta cuestión».
En este sentido, ha pedido «no focalizar y no criminalizar a un colectivo tan benemérito y de tanta entrega como los sacerdotes en todas las partes del mundo».