(Agencias/InfoCatolica) Los sacerdotes insisten en oponerse a la decisión del Vaticano, que ha nombrado al sacerdote Dieddonne Nzapa-La-Ayinga como administrador diocesano el martes pasado. "Las misas y la administración de sacramentos volvieron a la normalidad esta mañana, pero la batalla continua con las mismas demandas", aseguró el sacerdote Mathurin Paze Lekissan, portavoz del clero centroafricano, quien explicó que habían suspendido la huelga para "no privar a los cristianos de la Palabra divina y del cuerpo de Cristo"
El padre Lekissan reiteró que la huelga puesta en marcha ayer miércoles no era en contra del padre Nzapa-La-Ayinga, que goza de buena reputación, sino contra la ausencia de consultas por parte del Vaticano a la hora de proceder a su nombramiento.
Ni el Nuncio Apostólico ni el nuevo arzobispo hicieron declaraciones sobre el conflicto.
Diversas agencias, citando fuentes vaticanas, han referido la existencia de "problemas insuperables" en el ministerio de monseñor Podimo y otra serie de clérigos a los que se ha retirado del ministerio. Tanto el arzobispo como algunos sacerdotes habrían mantenido relaciones sexuales habituales con mujeres, algunas de las cuales habrían tenido hijos como resultado de dichas relaciones.
La renuncia de Pomodimo ha sido la segunda tras la anunciada, por las mismas razones, de Monseñor Xavier Yombaindje, obispo de la diócesis de Bossangoa, en el noreste del país centroafricano.
La salida del ministerio episcopal de ambos se produce tras la visita al país en marzo pasado del padre Robert Sarah, secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Sarah urgió de forma pública a los sacerdotes que llevan una doble vida a que abandonaran su ministerio, lo que provocó la protesta de algunos presbíteros del país, que declararon que su ministerio estaba siendo atacado por una campaña de descrédito de dentro y fuera del país.