(Asia News) La Navidad para los leprosos de Bombay «es como la fiesta hindú de Diwali. En aquella ocasión se celebra la luz que vence sobre las tinieblas. Para nosotros Cristo es la luz del mundo, él viene a iluminar el corazón de cada hombre». Lo dice a AsiaNews sor Bertilla Capra, de las Misioneras de la Inmaculada (congregación femenina asociada al Pontificio Instituto Misiones Extranjeras). La religiosa dirige el «Vimala Dermatological Centre» en el barrio de Versova, uno dei los más importantes hospitales de Bombay para la curación de la lepra. Y es aquí que el 22 de diciembre, junto a cerca de 60 pacientes, 83 niñas hospedadas en el estudiantado asociado al Centro, han festejado el nacimiento de Cristo.
Fundado en 1976, el Centro es un punto de referencia para los enfermos afectados por el mal de Hansen en la megalópolis de Maharashtra. En más de 40 años se ocupó de miles de personas y ofrece curaciones, cirugía plástica y servicios de rehabilitación y fisioterapia. Por el momento, trabajan 9 religiosas, en colaboración con decenas de expertos en todo el Estado indio. La religiosa narra:
«Los enfermos menos graves, aquellos en el primer estadio del mal, son asistidos en sus casas. Los casos más agudos, que ya presentan llagas e infecciones en las extremidades y necesitan curaciones médicas específicas y operaciones quirúrgicas, son internados».
La fiesta se desarrolló en una sala del hospital donde las niñas huéspedes del estudiantado escenificaron la representación del nacimiento de Cristo:
«Todos estuvieron involucrados. Las niñas han realizado el espectáculo, los pacientes y las religiosas han participado. Fue una ceremonia simple, sin pompa, para mostrar los valores que Jesús nos enseñó. Después del espectáculo, los personajes del pesebre viviente junto a los enfermos fueron al hospital, donde los esperaba Papá Noel con los regalos. A los enfermos y a las niñas fueron distribuidos grandes regalos. Continuaron con cantos y sirvieron un refresco e hicieron juegos».
La mayor parte de los pacientes es de fe islámica e hindú:
«Nosotros estamos aquí por ellos. Nuestra presencia es un testimonio: dar el mensaje de Jesús, de amor y de paz. Ofrecemos nuestro servicio para ayudar a estas personas».
Por parte de la comunidad, concluye sor Bertilla:
«nuestro trabajo es apreciado, porque nos ocupamos de quien está olvidado. Los enfermos de lepra están aún dejados de lado, siendo que necesitan ser asistidos, pero nadie se interesa».