(Diario16) El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, pide que los políticos «que rigen la Comunidad Valenciana, la provincia o sus pueblos, tengan sensibilidad para que busquen el bien común y rectifiquen, corrijan el daño que va a causar su ley aprobada lamentablemente hace unos días por las Cortes Valencianas sobre género y su incidencia en la educación, en las familias y en los más débiles e indefensos, que son niños y adolescentes».
Para el cardenal Cañizares, la nueva ley autonómica de igualdad de las personas LGTBI, «es una ley inicua y liberticida» advirtiendo del «desastre» que han provocado los partidos políticos y las instituciones. «Está en juego en dicha ley el hombre y su futuro y no puedo menos que denunciar el desastre que comenten».
Esta ley, la más radical del estado español, fue aprobada con el apoyo del PSPV-PSOE, Compromís, Podem y Ciudadanos, y con la abstención del PP. La nueva ley LGTBI, entre otros aspectos, prohíbe las terapias de aversión para modificar la orientación sexual y, por primera vez, contempla coberturas de todo tipo para las personas con diferencias del desarrollo sexual y variaciones intersexuales.
Por otra parte, el purpurado reivindica que «en estos momentos, en España, necesitamos celebrar esta Navidad que trae el perdón y la paz con las actitudes que hicieron posible la «transición»: perdón, reconciliación, paz, convivencia, unidad».
El cardenal señala, asimismo, que hay «una sociedad, la española, la nuestra, la de todos, que parecía haber encontrado el camino de su reconciliación y distensión, vuelve a hallarse dividida y reabre de nuevo viejas heridas, ya olvidadas, por no sé qué memorias selectivas, y aviva sentimientos encontrados que parecían superados». Para el arzobispo de Valencia, «algunas de las medidas y posturas que se están adoptando no conducen a un progreso social y a una armonía de todos, sino más bien a un retroceso histórico y cívico, con el riesgo de tensiones, discriminaciones y violencia y alteraciones de una convivencia en concordia»