(AsiaNews) Llevaron a niños en su vientre por encargo de clientes chinos, y ahora deberán criarlos con sus propias fuerzas: es la condición que las autoridades camboyanas han impuesto para otorgar la libertad bajo caución a 32 mujeres que fueron arrestadas en junio pasado durante un operativo policial contra la maternidad subrogada. De no respetar los acuerdos, las mujeres deberán pasar cuando menos 15 años en prisión. Fue lo anunciado hoy por Pon Samkhan, secretario general de la Comisión nacional contra la trata, agregando que el último grupo de 17 jóvenes fue liberado el 5 de diciembre pasado.
«Es justo que estas mujeres hayan sido liberadas, porque considero que este fenómeno no debe ser castigados a nivel de las madres subrogadas. Por el contrario, son los traficantes (intermediarios, agencias, funcionarios corruptos e Internet) los que debieran ser blanco de una intervención». Es cuanto declara ante AsiaNews el Pbro. Alberto Caccaro, sacerdote del Instituto Pontificio de Misiones en el Extranjero (PIME) que regresó a Camboya en 2016, tierra donde ya había sido misionero entre el 2001 y el 2011.
«En los años 2001 y 2002, apenas llegué a Camboya –cuenta el misionero- mientras paseaba por las aldeas conocí a otros sacerdotes y descubrí que una mujer estéril podía hallar con facilidad una familia numerosa dispuesta a cederle un niño. Recuerdo que en aquella época el salario giraba en torno a los 50 dólares estadounidenses. Sin embargo, el contexto no era el de una compra-venta. Al mismo tiempo, casi que se trataba de una actitud solidaria paradojal».
Según el P. Caccaro, un factor que favorece el negocio del alquiler de vientres es el abandono de la escuela en edad muy temprana, un fenómeno muy difundido entre las muchachas camboyanas. «Sería interesante –afirma el sacerdote- averiguar qué tipo de escolarización han recibido estas mujeres. A menudo sucede que los estudios de las niñas se interrumpen demasiado pronto, sobre todo en las áreas rurales. Cuando las jóvenes más frágiles dejan de asistir a la escuela, esperan ser dadas como esposa o terminan siendo explotadas por la redes de los traficantes. La relación entre escolarización femenina y abuso por subrogación es muy estrecha. Por eso, los misioneros prestamos una atención particular a la educación de las mujeres, para que ellas puedan desarrollar algunos anticuerpos contra los fenómenos de explotación».
«Hace pocas semanas –concluye el P. Caccaro- me llegó el rumor de que una muchacha había viajado a China para casarse. La familia habría recibido cerca de 3.000 dólares. Con tarifas así de bajas se llega a un acuerdo. La ̏necesidad de dinero contante˝ es cada vez más imperiosa, en un país deslumbrado por los espejismos de la modernidad. En lo que respecta a leyes, medidas y políticas, Camboya sigue siendo vulnerable»
La maternidad subrogada para fines comerciales es ilegal desde el año 2016. Sin embargo, Camboya sigue siendo un destino popular para las parejas estériles que buscan tener hijos. En el año 2017, una enfermera australiana y dos camboyanas fueron arrestadas por administrar una clínica de maternidades subrogadas. El mes pasado, en el último allanamiento de tantos realizados por la policía para combatir la maternidad subrogada en el país, fueron arrestadas 11 mujeres encinta y cuatro intermediarios.