(Efe/InfoCatolica) Bono, que dice ser católico practicante, eludió dar opinión al respecto, bajo el argumento de que a él, como máxima autoridad del Parlamento, no le corresponde entrar en la pugna política.
"El presidente del Congreso es el diputado número 350", apuntó, para remarcar a renglón seguido que su opinión "particular" en esa calidad de diputado "es lo menos importante en este momento".
El político manchego recordó que esta reforma legislativa todavía no ha llegado al Congreso, razón por la cual tampoco cree conveniente adelantar su criterio sobre un proyecto de ley sobre el que "algunos ministros" ya han expresado su voluntad de que se apruebe con el máximo consenso posible.
"No deseo dificultar el acuerdo entre el Gobierno y los grupos, sino favorecerlo, y ojalá se alcance el máximo consenso", apostilló.
Cuando se le preguntó si es partidario de que la disciplina de voto se mantenga en el grupo parlamentario socialista a la hora de votar sobre esta nueva ley, se limitó a subrayar que, tras 40 años de militancia en el PSOE, se siente "perfectamente unido" a su partido, en "lo ideológico" y en "los principios".
También dijo que en este tiempo los socialistas han aprendido que no todos piensan "milimétricamente igual", y añadió: "Cuando en un partido todos piensan milimétricamente igual es por una de estas dos cosas, o porque uno piensa por todos, o porque no piensa ninguno, y en el partido socialista pensamos".
Después volvió a decir que él sí tiene opinión formada ante esta reforma, con la que el Ejecutivo planeta permitir a menores de 16 y 17 años que decidan sobre la interrupción de su embarazo sin consentimiento paterno.
"Tengo criterio, pero prefiero reservármelo para facilitar el acuerdo de los grupos parlamentarios", proclamó.