(InfoCatólica) El Tribunal Supremo de Noruega ha hecho historia al defender el derecho de una médico polaca a no dispensar dispositivos que induzcan el aborto.
El tribunal estableció un nuevo precedente para la libertad de conciencia para los médicos en el país nórdico el 11 de octubre cuando decretó que la Dra. Katarzyna Jachimowicz tenía derecho a negarse a realizar un procedimiento médico que iba en contra de su conciencia.
En diciembre de 2015, Jachimowicz fue despedida de su puesto como médico de familia en el municipio de Sauherad por negarse a insertar dispositivos intrauterinos (DIU) en pacientes. Los DIU pueden actuar como abortivos. Jachimowicz, católica, se negó a ser parte de cualquier procedimiento que dañe a cualquier ser humano, incluso a uno pre-nacido.
Jachimowicz, una profesional altamente capacitada con más de 20 años de experiencia, habla polaco, ruso y noruego, y lee inglés. Esas habilidades la convirtieron en un activo tanto para los pacientes noruegos como para los inmigrantes. Noruega tiene una escasez de profesionales médicos, especialmente fuera de los centros urbanos, y por lo tanto depende de inmigrantes altamente calificados para ayudar a llevar la carga de trabajo. Jachimowicz nació en Polonia.
Según una entrevista que Jachimowicz le concedió a LifeSiteNews, cuando fue contratada en 2010, su empleador y sus colegas entendieron que no destruiría la vida humana primitiva.
«La vida comienza en la concepción y no quiero participar en su destrucción», dijo.
«Todos los presentes aceptaron mis condiciones, no pedí una confirmación por escrito, sabiendo que un acuerdo oral también es válido», dijo Jachimowicz.
El abogado Håkon Bleken, que representó a Jachimowicz ante el Tribunal Supremo, declaró que la decisión del alto tribunal era «un paso en la dirección correcta» para todas las personas de fe.
«La decisión de hoy de la Corte Suprema marca un paso importante en la dirección correcta, no solo para los médicos, sino también para las personas de fe en todas las profesiones», dijo. «El fallo protege uno de los derechos más fundamentales, el derecho a actuar de acuerdo con las creencias profundamente arraigadas».
Bleken dijo que Jachimowicz toma en serio su vocación como profesional médico:
«Ella prometió proteger la vida y se opuso a participar en ella. La Corte estableció hoy que tenía todo el derecho de hacerlo».
Robert Clarke, director de European Advocacy para Alliance Defending Freedom International, dijo que nadie debería tener que elegir entre su conciencia y su trabajo:
«Nadie debe ser obligado a elegir entre seguir su conciencia o ejercer su profesión. Damos la bienvenida a este fallo de la Corte Suprema de Noruega. Establecerá nuevos estándares para la protección de los derechos de conciencia fundamentales en Noruega y más allá. Las apreciaciones de la Corte reconocen el derecho fundamental a la objeción de conciencia para el personal médico, como protegido por el derecho internacional».
Algunas consecuencias
El «más allá» bien pudieran ser, en este momento, Irlanda y el Reino Unido. En Irlanda, el ministro de Sanidad, Simon Harris, advierte que no aceptará que los médicos «le muestren la puerta de salida» a la mujer que pida información sobre el aborto, y ello pese a que la Asociación Nacional de Médicos de Familia opina que es mejor que el doctor no se vea obligado a remitir a la interesada a otro especialista.
En el Reino Unido, entretanto, el 23 de octubre se votará una propuesta para abolir los artículos 58 y 59 de la Ley de Delitos contra la Persona, de 1861, que penalizan la facilitación de medios para facilitar un aborto. Según expertos, la modificación podría eliminar el requisito de que sean dos médicos los que determinen si un aborto es «necesario», y podría dejar sin protección a los que aleguen motivos de conciencia para no practicarlo.
Anteriormente, un tribunal inferior de Noruega había fallado a favor de Jachimowicz, pero las autoridades sanitarias apelaron la decisión. Según ADF International, la organización de derechos humanos que apoyó el caso, el derecho internacional protege el derecho del personal médico a la objeción de conciencia. Sin embargo, hay una creciente presión sobre los médicos en Europa para violar sus conciencias, dijo el director de ADF.
«Esta victoria llega en un momento en que los profesionales médicos de toda Europa se sienten cada vez más amenazados en sus puestos por la presión de hacer cosas que creen que son moralmente incorrectas y poco éticas», comentó Clarke.
«Como tal, proporciona un valioso precedente legal para proteger esta libertad inherente en todo el continente. Esta sentencia envía un mensaje claro a las autoridades noruegas de que la conciencia es un derecho fundamental en virtud del Convenio Europeo de Derechos Humanos que debe ser protegido».