(Asia News) Bajo el manto de la «sinización», es decir, de la pretensión de absorber las religiones, adaptándolas a la cultura china, las autoridades de gobierno y el Frente Unido están derribando cruces de manera brutal, destruyen iglesias y eliminan decoraciones religiosas del exterior e incluso del interior de los edificios sacros.
La decisión de perpetrar estos actos se notificada unas pocas horas antes, para evitar que se congreguen multitudes y así tener que hacer frente a la resistencia de los fieles.
Las provincias de Henan y de Zhejiang son las más golpeadas, porque se trata de regiones en cuya población se registra un alto porcentaje de cristianos (católicos y protestantes).