(CNA/InfoCatólica) El proyecto de ley presentados por el gobierno de la isla convertiría en obligatorio, bajo pena de cárcel, la denuncia del abuso sexual infantil para los ministros de todas las religiones. Los trabajadores del sector público ya se enfrentan multas si no denuncian presuntos abusos, según informa ABC News.
La propuesta del gobierno de Tasmania llega tras varios anuncios por parte de las autoridades australianas a favor de obligar a romper el sello confesional para denunciar casos de abusos.
Mons. Julian Porteous, arzobispo de Hobart, capital de Tasmania, advirtió que «los perpetradores de abusos rara vez buscan confesarse» Y aunque se opone lógicamente a que se pueda forzar a quebrantar el secretode confesión, opinó que «si fuera obligatorio el informar del contenido de las confesiones, casi con certeza no se confesarán».
Leyes similares en el resto del país
La Asamblea Legislativa del Territorio de la Capital Australiana, Canberra, aprobó una ley en junio que obliga a los grupos religiosos a informar a las autoridades de cualquier denuncia, delito o condena por abuso infantil en 30 días. El estado de Australia del Sur adoptó una ley similar, que impone una multa por no denunciar el abuso, que entró en vigencia esta semana.
Si se aprueba la legislación propuesta, Tasmania se convertirá en el segundo estado australiano en cambiar sus leyes basándose en las pautas de la Comisión Real.