(Giselle Vargas/ACI) El 1 de agosto el presidente de la Comisión de Salud del Senado de Chile, Guido Guirardi, presentó en el Parlamento un proyecto de aborto libre.
Según el senador del Partido Por la Democracia, la iniciativa «complementa» un proyecto presentado en abril de 2014 y «establece que en Chile no se puede declarar interdicta a una mujer, que nunca una mujer puede perder su condición y derecho humano a decidir y que establece que las mujeres siempre pueden tener sus derechos civiles», consignó el diario La Tercera.
Guirardi aseguró que el «estatus de valor» no es igual en «una persona completa, un ser humano, una mujer, que tiene una conciencia, una historia de vida; con un germen de vida, que no es una persona, que es la unión de un óvulo con un espermatozoide, que no tiene conciencia, cerebro, sentimientos ni historia de vida».
La iniciativa se presentó pocos meses después de que Chile aprobara la despenalización del aborto bajo tres causales.
Anteriormente, la directora del Proyecto Esperanza, Elizabeth Bunster, dijo a ACI Prensa que el proyecto de aborto libre «deja en manifiesto lo que decíamos: que al aprobar el aborto bajo tres causales se dejaba la puerta abierta para que el aborto se legalizara. Muchos dijeron que éramos alarmistas y que queríamos asustar a la gente».
Bunster aseguró que a pesar de la vigencia de la ley de aborto bajo tres causales hay personas y grupos que siguen trabajando en «el acompañamiento de las mujeres con embarazo vulnerables y que sufren las secuelas del aborto».
En tanto, la presidenta del Movimiento Mujeres Reivindica, Rosario Vidal, explicó que «la postura a favor del aborto tiene mucho poder mediático y mucho financiamiento exterior». Dijo que «hay que entender que el aborto no es una decisión libre y la mujer tampoco aborta para tomar una decisión sobre su cuerpo».
«La maternidad vive todos los días situaciones de discriminación y violencia. Es esa la realidad que hay que atacar para combatir el problema social del aborto», precisó Vidal.