(InfoCatólica) La noticia ha sido avanzada por el semanario eclesiástivo Vida Nueva, en una crónica firmada por el periodista José Beltrán. La información detalla que la audiencia del Papa Francisco al padre Román y a sus dos compañeros, Francisco y Manuel, se celebró el pasado 12 de julio en Santa Marta. El Papa Francisco les pidió hasta tres veces perdón, relata la información.
Fue precisamente el pontífice el primero en dar absoluta credibilidad a las acusaciones contra el P. Román y su círculo de amistades. El propio papa Francisco lo explicó así en una de sus habituales ruedas de prensa en un avión:
«Yo la he recibido en persona. He leído esto, he llamado a la persona y le he dicho: tú mañana vas donde el Obispo. Y yo he escrito al obispo para que comenzara el trabajo, que hiciera la investigación y siguiera adelante. ¿Cómo lo he recibido? Con gran dolor. Grandísimo dolor. Pero la verdad es la verdad y no debemos esconderla».
La verdad es que tanto el P. Román como el resto de acusados se declararon siempre inocentes y al final la justicia les dio la razón, absolviéndoles de todos los cargos. La sentencia indicaba
«La absolución del procesado se basa no solo en la falta de prueba contra el mismo sino, también y a consecuencia de ello, en la falta de convicción que el testimonio de D. R. (identificado como Daniel) nos causa, resultando de su relato aspectos absolutamente inverosímiles». El testimonio del denunciante, que transmitió por carta los hechos al Papa Francisco y este le telefoneó para pedirle disculpas, «no ha convencido al tribunal», reza la sentencia, que abunda: un relato «contradictorio, vacilante y no corroborado».
El tribunal asegura desconocer qué intenciones llevaron al denunciante a sostener sus acusaciones, pero los jueces rechazan verter hipótesis sobre su motivación. «No existe prueba alguna en el procedimiento que apoye la versión del denunciante», subraya el fallo.
Por su parte, el arzobispo de Granada, Mons. Francisco Javier Martínez, que apartó a los tres sacerdotes implicados, aseguró en una entrevista a ABC que cumplió «escrupulosamente» con los protocolos del Vaticano sobre abusos sexuales. Además llegó a postrarse ante el altar para pedir perdón por los «escándalos».
Mons. Martínez fue objeto de una campaña infame de acoso y derribo por parte de Religión Digital, desde donde se llegó a asegurar repetidamente que iba a abandonar la archidiócesis de Granada, a pesar de que el propio Francisco le mostró públicamente su apoyo. Los obispos de las diócesis de Andalucía denunciaron mediante un comunicado la persecución que sufrió el prelado de parte de los responsables de ese medio de comunicación.
Tras la absolución, la Congregación para la Doctrina de la Fe levantó la suspensión y pudieron volver a ejercer su miisterio.