(InfoCatólica) El «inspirador mensaje» de un niño de diez años que se identifica como drag queen (o, en su caso, niño drag, o drag kid) ha sido repetido hasta la saciedad en los últimos meses por medios de comunicación norteamericanos como NBC News, ABC, Vogue o Today y por periódicos y portales de todo el mundo. El niño, Desmond Napoles, lleva ya varios años «actuando» con maquillaje, pelucas y vestidos estrafalarios de mujer.
Según una entrevista concedida a la cadena NBC, el niño no se considera transexual, pero sí gay, y afirma que lo ha sido «desde que nací». Su madre cuenta que su afición por vestirse de mujer se originó porque, siendo muy pequeño, lo sentaba a ver con ella RuPaul’s Drag Race, un reality show norteamericano parecido a The Voice o a Operación Triunfo, pero en el que los participantes son drag queens. El programa está plagado referencias sexuales y diversos concursantes «revelan» su transexualidad durante el mismo, además de participar en pruebas consistentes, por ejemplo, en insultar imaginativamente a los demás, exhibir ropa femenina en una pasarela o maquillarse.
La madre, que no parece ser consciente de que un programa así podría ser inapropiado, especialmente para un niño, explica que su hijo quedó fascinado por él y que fue entonces cuando empezó a vestirse de mujer. Preguntado por la entrevistadora de NBC, Desmond afirma que lo que le gustaba del programa era lo «guapas» que eran los concursantes y su aspecto «fabuloso». «Yo también quiero estar fabuloso», explica. De hecho, el seudónimo del niño en las redes sociales es Desmond es Fabuloso.
Los padres consultaron a un «terapeuta» sobre la afición del niño a vestirse de mujer y, de forma contradictoria, se les aconsejó que ni lo animasen ni lo desanimasen, pero que le ofreciesen su apoyo. Predeciblemente, el niño tomó el apoyo de sus padres, que le compraban vestidos de mujer, como una confirmación de que lo que estaba haciendo era lo correcto y comenzó sus actuaciones como niño drag, que le llevaron a participar en 2014 en el programa RuPaul’s Drag Race, el mismo que veía con su madre.
Caso propagandístico de los medios
De manera igualmente predecible, los medios de comunicación, de forma casi unánime, han resaltado su valentía y su carácter «inspirador» para otros niños, mientras que la actitud de los padres se describe como «amor incondicional» y «respeto» por las opciones del niño. La madre de Desmond no ve nada malo o inapropiado en lo que hace su hijo, considera que se trata de su «carrera» y lo compara con Mozart, que tocaba el piano cuando era un niño. Cualquier posible crítica es una expresión de «odio», que debe «bloquearse».
Su salto a la fama se produjo cuando tenía ocho años y el vídeo de sus bailes con falda de arco iris en el desfile del Orgullo Gay de Nueva York se hizo viral en las redes sociales. Actualmente, tiene más de 70.000 seguidores en Instagram, su propia página web y un canal de Youtube, hay cientos de fotos suyas en Internet, ha recibido varios premios y ha aparecido en docenas de periódicos y revistas. En su página web se describe como «artista, niño drag, defensor premiado de los derechos LGBTQ, joven gay sin pelos en la lengua, modelo editorial, orador público, fundador de su propia empresa de temática drag, diseñador de moda, musa e icono», además de «una inspiración para muchos y un signo de esperanza para el futuro».
El lema personal de Desmond, según su página web, es «sé tú mismo, siempre». Sin embargo, ningún medio de comunicación señala el peligro de que el niño, de una delgadez extrema y con pendientes de brillantes, se esté convirtiendo o se haya convertido ya en un juguete roto ante la pasividad de sus padres, que parecen haber renunciado a educarlo: utilizado por el movimiento gay para justificar sus posturas, en manos de «expertos» relativistas y políticamente correctos, inmerso en ambientes inadecuados, exhibido como un espectáculo por los medios de comunicación y, sobre todo, privado de una infancia y un desarrollo normales y saludables.
En cualquier caso, es difícil negar que, como señalan los medios, Desmond es una primicia de lo que nos deparará el futuro.