(AsiaNews/InfoCatólica) La Comisión Justicia y Paz de Hong Kong lanzó una campaña para que las autoridades chinas liberen a Mons. Agustín Cui Tai, obispo de Xuanhua (Hebei). El prelado desapareció en manos de la policía a mediados de abril de 2018, y desde entonces se desconoce el lugar donde se encuentra detenido. Mons. Cui Tai, reconocido por la Santa Sede, pertenece a la Iglesia no-oficial. Anteriormente padeció varias condenas a trabajos forzados en los campos de reeducación, y también estuvo bajo arresto domiciliario debido a su negativa a someterse a la Asociación Patriótica, que pretende edificar una Iglesia independiente de la Santa Sede. El Card. Joseph Zen, obispo emérito de Hong Kong, apoya el llamamiento, como ya había hecho anteriormente el año pasado (v. foto). A continuación, transcribimos el texto del llamamiento.
El obispo coadjutor de la diócesis de Xuanhua (provincia de Hebei), Mons. Agustín Cui Tai, fue llevado por miembros de las autoridades de gobierno a mediados del mes de abril de 2018. Hasta el día de hoy, su situación sigue siendo completamente oscura. Mons. Cui fue oprimido durante largo tiempo por haber defendido la fe y al libertad de conciencia, por haber rechazado la política religiosa del gobierno, que viola los principios de la fe, y por haberse negado a inscribirse en la Asociación patriótica de la Iglesia católica china y rechazar la guía de dicho organismo.
Desde 1993, en varias oportunidades, Mons. Cui fue sometido a trabajos forzados para ser reeducado, a períodos de detención y arresto domiciliario con acusaciones que fueron tipificadas como «actividades misioneras ilegales», «reuniones religiosas ilegales y no autorizadas», todo ello, en virtud de su ejercicio de la libertad religiosa.
Particularmente en los últimos 11 años, desde 2007 hasta hoy, las autoridades detuvieron de manera ilegal o pusieron bajo arresto domiciliario a Mons. Cui, de un modo prácticamente continuo, sin alegar razón ni proceso jurídico alguno. Durante estos años, Mons. Cui estuvo encerrado en varios centros de detención secretos, en hoteles, e incluso fue llevado para realizar «viajes» forzados, con la escolta de funcionarios del gobierno. Solamente para el Nuevo Año Chino y para la Fiesta de mediados de otoño (la de la luna), Mons. Cui pudo ocasionalmente regresar a casa para realizar una breve visita a su hermana anciana. El resto del tiempo siempre quedó bajo la guarda y el control del gobierno. Semejantes accionar de las autoridades de gobierno constituye una gravísima violación de los derechos fundamentales y de la libertad religiosa de los ciudadanos, los cuales están garantizados por la Constitución china y por las convenciones internacionales sobre derechos humanos.
En los últimos años, la salud del obispo Cui ha empeorado significativamente, y se han agudizado sus problemas de salud, padeciendo una grave gastritis, neurastenia, vértigo, etc. Estamos muy preocupados por su situación y condenamos firmemente la violación de los derechos fundamentales y de la libertad religiosa de los ciudadanos perpetrada por el gobierno chino. Volvemos a hacer un llamamiento al gobierno chino, solicitando que proceda a:
1. garantizar la seguridad personal y la salud de Mons. Cai, y brindarle asistencia médica adecuada
2. respetar la libertad religiosa y liberar inmediata e incondicionalmente al obispo Cui Tai
3. liberar a todos los demás eclesiásticos detenidos injustamente, entre ellos, al obispo Su Zhizhi y al sacerdote Liu Honggen, de la diócesis de Baoding, provincia de Hebei.
Breve nota biográfica sobre Mons. Cui Tai
Mons. Agustín Cui Tai nació en 1950 en Zhangjiakou, provincia de Hebei, China. En 1990, tras pasar sus años de educación y formación en el seminario de Baoding (Hebei), recibió la ordenación sacerdotal de manos del obispo Juan Shi Enxiang, de la diócesis de Yixian (Hebei). En 2013 fue ordenado obispo coadjutor de la diócesis de Xuanhua (Hebei). Mons. Cui es un pastor que conduce una vida simple y ordenada, arraigada firmemente en la fe y llena de virtudes.