(AICA) «Estamos haciendo todo lo posible por el amor de Jesucristo y por el amor de nuestra patria Nicaragua». «Nosotros, como obispos, aceptamos la oportunidad de reunirnos con diferentes grupos, con el fin de presentar nuestras preocupaciones y nuestra desconfianza en los acuerdos anteriores sin transparencia y en secreto» expresó monseñor José Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, encargado por la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) para informar a la prensa sobre el proceso de diálogo nacional que se está desarrollando en el Seminario en Managua.
Monseñor Báez resaltó que «la paz que estamos buscando no es la paz de los cementerios, ni la de los esclavos sumisos, es la paz que nace de las personas reconciliadas».
Más adelante enfatizó que «se ha terminado el juego sucio en Nicaragua, no más engaño, nada de juego sucio o en secreto! Nosotros, como obispos, no aceptaremos que suceda esto en este diálogo, no se verá!».
«Al final dijo: «Les decimos una cosa: ¡deben confiar en los obispos, no queremos decepcionar a nadie! ¡Hacemos todo lo posible por el amor de Jesucristo y por el amor de nuestro país, Nicaragua!»
Mientras tanto hoy se inició la tercera jornada del Diálogo Nacional que logró sentar en la misma mesa al presidente Ortega, a los empresarios, a los estudiantes y representantes de la sociedad para buscar soluciones a la situación de crisis social y política que vive el país, y que ya han producido más de 70 muertos.
Al final del día, los participantes del Diálogo acordaron cumplir con las recomendaciones de la Comisión Internacional de Derechos Humanos, que, entre otras cosas, establece: poner fin a la represión, garantizar el derecho a protestar, «crear un mecanismo de investigación internacional sobre los actos, sobre la violencia que se produjo, con garantías de autonomía e independencia para garantizar el derecho a la verdad e identificar adecuadamente a los responsables».