(CCMA/InfoCatólica) El problema lleva debatiéndose desde hace unos años en Islandia, pero este año se ha hecho más grave ya que la noche dura sólo dos horas. Esto obliga a pasar 22 horas de ayuno.
Aunque el número de musulmanes en este país es pequeño, alrededor de un millar de personas, ha planteado un dilema que ha sacudido las autoridades religiosas del islam que deben dar respuesta.
La Comisión Islámica de Egipto ha dictaminado que los musulmanes se pueden adaptar a la hora de la Meca o al horario del país musulmán más cercano, que en el caso de Islandia sería Turquía. Por otra parte, los clérigos saudíes, más literales en la interpretación del Corán, dicen que deben resignarse al horario.
Pero, ¿qué pasa si un musulmán se encuentra en el polo norte y el sol de medianoche nunca se pone? No puede ayunar durante un mes.
Esta polémica, en un mundo globalizado que hace que haya personas, también musulmanes, en cualquier latitud del planeta, más que un debate que necesita una solución práctica, ha puesto de manifiesto, para los musulmanes moderados, la necesidad de interpretar el Corán de forma no necesariamente literal.