(RPP/InfoCatólica) Los manifestantes recorrieron la avenida Brasil rumbo a la Costa Verde donde se realizó el acto central. La «Marcha por la Vida» se realizó por sexta vez en el país.
El evento se ha convertido, desde 2012 en una plataforma político social para rechazar cualquier iniciativa a favor de despenalizar el aborto.
Miles de personas (800.000 según la cifra oficial anunciada por el Arzobispado de Lima) participaron este sábado en Lima en la «Marcha por la vida» en una multitudinaria manifestación promovida por la Iglesia católica y colectivos ciudadanos.
La sexta edición de esta manifestación recorrió toda la avenida Brasil, una de las principales vías de la capital peruana, desde el centro de la ciudad hasta la Costa Verde, donde se colocó un escenario para ofrecer un espectáculo musical y los discursos de los promotores de la marcha.
La marcha se caracterizó por los colores azul y rosa, distintivos de la plataforma «Con mis hijos no te metas», que agrupa a colectivos sociales. Durante la ceremonia de apertura se dio a conocer el «Manifiesto por la Vida, la familia y los valores del Perú», fundamentado en el derecho de la vida.
En ese acto, una joven envuelta en la bandera peruana simbolizó el deseo de «un Perú soberano y libre donde la mayor parte de la población quiere vivir en paz respetando el primer derecho de todos, el derecho inalienable a la vida, empezando por los más indefensos».
Los participantes en la manifestación portaron pancartas con lemas como «déjalo vivir», «vida sí, aborto no» y «Dios instituyó la familia y ningún hombre no debe cambiarla», entre otros lemas.
A la movilización también se sumó la Conferencia Episcopal Peruana de la mano de su presidente, el arzobispo de Trujillo, Miguel Cabrejos, quien en un comunicado señaló que «la sociedad que no es capaz de defender la vida humana naciente se va a la ruina».
La Marcha por la Vida de 2018 se realizó después de que el año pasado tuviese que ser suspendida por las inundaciones acontecidas en el norte del país a causa de las lluvias torrenciales del fenómeno climatológico de El Niño Costero.