(InfoCatólica) Goodall, a pesar de su ancianidad, no padece ninguna enfermedad grave, pero justifica su decisión debido a que su calidad de vida se ha deteriorado.
«No soy feliz. Quiero morirme. No es algo particularmente triste. Lo triste es que me lo impidan. Mi sentimiento es que una persona mayor como yo debe beneficiarse de sus plenos derechos de ciudadano, incluido el derecho al suicidio asistido",», dijo a la cadena ABC de Australia el día en que cumplió 104 años.
Goodall viajará a Europa acompañado por un representante de la ONG Exit International, que respalda la eutanasia en todo el mundo. Hará escala en Burdeos (Francia), donde visitará a familiares, y después se trasladará hasta la ciudad suiza de Basilea, donde tiene cita con una organización que se dedica a ofrecer asistencia a las personas que se quieren suicidar.