(InfoCatólica) Tras retenerle unos días, la policía ha liberado a Mons. Guo pero le ha prohibido celebrar cualquier misa en el rol de obispo. El prelado se había negado a concelebrar con el obispo Zhan Silu, afín al régimen.
Mons. Guo, de 59 años, es obispo ordinario de la diócesis de Mindong (Fujian),, reconocido por el Vaticano, pero no así por el gobierno.
En los últimos meses, fue visitado por Mons. Claudio Maria Celli, diplomático vaticano, que le propuso renunciar, dejando la sede de la diócesis a Mons. Vicente Zhan Silu, un obispo excomulgado, pero reconocido por el gobierno. A cambio de ello, Mons. Guo quedaría con el título de obispo auxiliar. La degradación de Mons. Guo, al igual que la presentación de la renuncia de Mons. Zhuang, obispo de Shantou, fueron aplaudidas como signo de un «histórico» acuerdo entre el gobierno chino y el Vaticano.
Otras detenciones
A medida que se acerca el llamado «inminente» e «histórico» acuerdo entre China y el Vaticano, varios obispos y comunidades subterráneas han sido tomados como blancos de ataques y se los ha instado a inscribirse en la Asociación Patriótica, cancelando su participación en la Iglesia no-oficial.
A principios de este mes, Mons. Julio Jia Zhiguo, obispo subterráneo de Zhengding (Hebei), fue llevado por la policía los días 6 y 7 de marzo para evitar, incluso a través de amenazas, que el prelado difundiese algún comentario sobre los diálogos entre China y el Vaticano con los periodistas extranjeros que se encontraban en Beijing haciendo la cobertura periodística de la Asamblea Nacional Popular. En los últimos días, sacerdotes no-oficiales de Heilongjiang, junto al administrador apostólico de Harbin, Mons. José Zhao, también fueron sancionados y llevados por la policía por un tiempo breve.
Con información de Asia News