(Aica/InfoCatóica) El obispo opina que «el Estado no debe controlar ni censurar las redes sociales pues terminará limitando la libertad de expresión; tampoco debe erigirse en árbitro moral de las personas pues terminará imponiéndose sobre ellas por la fuerza».
El anterior pronunciamiento del prelado, se da con ocasión de la reciente intervención en televisión de la Vicepresidenta del país, quien anunció que se estaba consultando con el presidente de la Asamblea Nacional el «revisar el uso de las redes sociales» en Nicaragua. La Vicepresidenta afirmó que las redes sociales están «afectando negativamente a los nicaragüenses» e incluso influyendo en la «capacidad de convivencia» de las familias del país. Esos anuncios han suscitado amplio rechazo en las mismas redes sociales.
Por su parte, Mons. Rolando Álvarez, responsable de las comunicaciones sociales de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, expresó que «no se debe limitar la libertad de nadie. En las redes sociales, como en cualquier muro de las calles, las personas pueden escribir y expresar su opinión. Por supuesto debemos condenar la falta de respeto u ofensas a la dignidad de la persona, pero no por esto podemos limitar la libertad de las personas».
Mons. Báez recordó el documento «Ética en internet» del Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales en el 2002, y deploró cualquier intento «de las autoridades públicas para bloquear el acceso a la información, en Internet o en otras redes sociales».