Argentina: Obstetras y ginecólogos de San Juan aseguran que no practicarán ningún aborto

Muy bien, pero estas llamadas a respetar la objeción de conciencia, antes de que se apruebe la "ley", hay que tener cuidado que no suenen a rendición anticipada. No se debe aprobar ninguna legalización del aborto, y eso es lo que hay que buscar en primer lugar.

Saludos cordiales.

Es corresponder a su Juramento de aliviar y sanar cuerpos, a la libertad de conciencia, y a las narices de unos seres que no se pliegan a las exigencias de nadie en cuanto a destrozar a seres humanos inocentes e indefensos. Y no importa si son o no creyentes.

Pero en mi opinión, como católico, son Uds. un ejemplo y que ¡¡ DIOS LES BENDIGA ¡¡, como a su familias, que se sentiran orgullosos de su comportamiento.

¡Excelente!
Demos gracias a Dios y recemos con confianza y perseverancia para que sean muchos más los que se pronuncien en este sentido.

¡Eso es resistencia cristiana! ¡Sí, señor!

Se pronuncian en defensa de la objecion de conciencia ANTES de una presunta sanción de la ley, porque ya HOY con el protocolo de abortos no punibles (en vigencia), pretenden obligarlos a la fuerza. Asi que está muy bien que se anticipen!. Se la ven venir y no son tontos.
Ojalá los imiten asociaciones profesionales de otras provincias.

Esperanza en los buenos profesionales que tienen moral, conciencia. Dios los bendiga.

Muy bien por ellos lo ideal sería que no fuera necesaria la objeción de conciencia , pero si por desgracia se aprueba esa iniquidad ,que se respete el derecho de los médicos a objetar

Gabriela de Argentina dice: "ya HOY con el protocolo de abortos no punibles (en vigencia), pretenden obligarlos a la fuerza.".

Este protocolo no es nuevo. Su autor es un ex-ministro de salud: Gines Gonzalez Garcia.

Gabriela de Argentina: Recordarás que Ginés González García fue ministro de salud durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Y, recién nombrado por la Sra, comenzó a hacer zafarranchos: "Nuevo ministro de Salud (Daniel Gollán) está a favor de debatir sobre aborto". Daniel Gollán pretende una discusión "madura" con los distintos sectores de la sociedad EVITANDO LOS "EXTREMOS IDEOLÓGICOS Y RELIGIOSOS".

Laicos dando el ejemplo. Obispos dando LÁSTIMA. (con el puñado de excepciones de siempre ...)

Muy bueno este análisis del proyecto de ley. centrodebioetica.org/2018/03/analisis-del-proyecto-de-ley-de-aborto-libre-y-propuestas-para-la-maternidad-vulnerable/
Me parece inteligente el proyecto de ley que proponen. En especial la creación del artículo 85b. del código penal que castiga con prisión a cualquiera que presione por cualquier medio y cualquier razón a la mujer a abortar. Muy importante ya que la mayor cantidad de abortos se dan por presión de las parejas y familiares de las mujeres. Ya mueren niños y madres por esta causa. Si se legaliza la "libre opción" declamada será la obligación en casos de adolescentes, niños discapacitados, y hombres que no quieran hacerse cargo de sus hijos, despidos, gastos médicos etc. Recuerdo el caso que el Señor nos envió a nuestro grupo de oración en que el "caballero gestador" le decía a la madre embarazada que era pobre y si no abortaba el la dejaba y se moriría de hambre, ella y sus otros 3 hijos. Y lo hizo, la dejo en la calle. Nos tuvimos que hacer cargo nosotros de ella, y de su familia, porque la omisión de la comunidad es tan grave como el hecho del aborto en si. Y hoy la bebe tiene 8 años y son una bella familia, para la Gloria de Dios.

Excelente, y muy bien por publicarlo en primera plana.

Si los profesionales de la salud actúa así, la plaga del aborto no podrá nunca llevarse adelante.

A los médicos los van presionando después poco a poco para que abandonen la objeción de conciencia. Es claro que hay que hacerla, pero ahora ante todo hay que evitar que el aborto se legalice. Digo esto porque a veces, no digo que éste sea el caso, o que sea así en todos los casos, o en la mayoría de ellos, la bandera de la objeción de conciencia es la excusa de los que no quieren dar la batalla contra el aborto legal.

La legalización del aborto le agrega esencialmente maldad al aborto mismo. Es un mal nuevo respecto del aborto, porque significa que ahora la sociedad lo acepta oficialmente como lícito, y el sistema jurídico como tal desconoce el derecho a la vida del ser humano inocente.

Eso va más allá incluso de la muerte del no nacido individual, porque corrompe la base misma de la vida social y lógicamente hace imposible cualquier Estado de derecho pensable.

Es un cambio cualitativo para la sociedad, porque implica un cambio esencial en la visión del hombre que subyace a la misma, al menos a nivel jurídico, lo cual no es ninguna pavada.

Por eso no se trata solamente de "salvar vidas", sino de defender una concepción mínimamente humana de la vida social toda.

Obviamente, que también aumentan los abortos como consecuencia de la legalización, y se difunde, insisto, una cultura de la muerte que va mucho más allá del hecho del aborto mismo.

Y ojo, eso sucede en la sociedad en la que vivimos todos, creyentes o no.

Saludos cordiales.

Néstor: Muchísimas gracias por toda la explicación en este último comentario. Me tomé la libertad de extraer una buena parte de él para comentar al compartir este artículo en el facebook.
Bendiciones.

Orgulloso de ser sanjuanino y que con determinación se objete cualquier intento por aprobar tan infame ley de asesinato, igual los legisladores de mi provincia ya adelantaron que ellos votarán en contra de dicho proyecto. Sigamos orando al Señor para que no se arrepientan y sigan firmes en su decisión en defensa de la vida. María Madre de Dios y Madre Nuestra ora por nosotros y cúbrenos con tu manto en este difícil momento que estamos viviendo los argentinos!

Nadie, ni la madre gestante, pueden invocar el "derecho a decidir" cuando se trata de quitarle la vida a otro ser humano, porque reclamar la libertad o el derecho para dar muerte al ser vivo más indefenso e inocente, es la corrupción de la misma libertad y la degeneración del Derecho.
Entre la libertad que se pretende para que la mujer pueda abortar y la vida del que está por nacer, pregunto: ¿Quién tiene la posición más débil y, por lo tanto, requiere mayor protección? Entonces, con la "legalización" de este crimen, ¿quién estaría quedando en indefensión y más desprotegido por la ley?
Es repudiable que en una sociedad que se llena la boca con las palabras "derechos humanos", "solidaridad", "fraternidad", "generosidad", "justicia", etc., no seamos capaces de ver en la vida de un ser que está por nacer, un desafío descarnado y cercano a nuestras propias convicciones y principios.

Lo más grave en cuanto al aborto estriba en que cada día más países formulan leyes con las que legalizan o, al menos, despenalizan, tan abominable asesinato. ¿Es que, acaso, los legisladores de esos países no saben que toda ley moral y justa, -como deben serlo siempre todas-, está llamada a defender la vida y no a auspiciar la muerte?
Diera la sensación, oyendo a los abortistas, que una vida humana en su estado inicial, fuera una cosa, un pólipo, un quiste, en fin, un tejido sobrante y maligno al que hay que extirpar, sin más remilgos.
Si una sociedad empieza a mirar el aborto, es decir, el asesinar a otro ser viviente, distinto y diferente a la madre, en cuyo seno sólo lo alberga temporalmente, ya con todas sus potencialidades humanas, si se comienza a considerar este crimen, repito, como una "opción válida", o peor aún, "legítima", sin más, es que algo hay muy enfermo, pernicioso y desordenado en la inteligencia y en la moral de esa sociedad.