(Gaudium Press) El Cardenal Timothy Dolan, Arzobispo de Nueva York y Presidente del Comité de Actividades Provida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), manifestó el agradecimiento de la Iglesia en el país por la aplicación del veto impuesto a la financiación del aborto en el extranjero con dineros públicos estadounidenses. La administración publicó el informe semestral de implementación de la política de Protección de la Vida en la Asistencia Global de Salud, antes conocida como Política de Ciudad de México.
«Como Presidente del Comité de Obispos de los Estados Unidos, aplaudo de nuevo a esta Administración por restaurar nuestra asistencia exterior a sus objetivos legítimos de promover la salud y los derechos humanos», indicó el Card. Dolan en un comunicado oficial. «El aborto socava los derechos humanos básicos, sin duda para el niño, y también puede herir a la madre emocional y físicamente», recordó. La política volvió a ser aplicada el 23 de enero de 2017 y fue ampliada a otras formas de ayuda económica provistas por todos los departamentos y agencias gubernamentales. Según el informe, sólo cuatro organizaciones de un total de 733 se negaron a cumplir las condiciones, lo cual significa que la política no redujo las ayudas ofrecidas por Estados Unidos para el bienestar y desarrollo de otros países, como anticiparon erróneamente promotores del aborto.
El purpurado destacó este índice de cumplimiento y la redirección de los recursos a fines que auténticamente busquen el mayor bien de los beneficiarios. «El dinero de los impuestos de los Estados Unidos no va a parar a organizaciones que no están dispuestas a buscar resultados de salud para cada persona y en su lugar insisten en promover e imponer su ideología del aborto a las mujeres y los niños», celebró el Cardenal. «El reporte semestral publicado por la Administración Trump ofrece evidencia temprana de que la gran mayoría de las ONGevidencia temprana de que la gran mayoría de las ONG están dispuestas y son capaces de cumplir con esta política y que el cumplimiento no parece socavar la entrega de los servicios de salud apropiados».
Organizaciones promotoras del aborto a nivel internacional como Marie Stopes y Planned Parenthood calcularon antes de la aplicación de la directiva los fondos que dejarían de recibir en 80 millones de dólares al año y 100 millones de dólares al año respectivamente. «Solo una pequeña minoría de grupos pro-aborto extremos se han negado obstinadamente a poner el bienestar de todas las mujeres por encima de su agenda», indicó a National Catholic Register Marjorie Dannenfelser, presidente de Susan B. Anthony List. «Los fondos que perdieron se destinaron a proveedores dignos que respetan la vida, la dignidad y los valores de las mujeres y las familias de todo el mundo, así como también la voluntad de los contribuyentes estadounidenses»