(InfoCatólica) El cardenal alemán causó polémica por su respuesta a Karin Wendlinger, en una entrevista para la radio Bavarian State Broadcasting:
- ¿Entonces realmente pueden imaginarse que podría haber una manera de bendecir a las parejas homosexuales en la Iglesia Católica?
- No hay soluciones generales y creo que eso no sería correcto, porque estamos hablando de una pastoral para casos individuales -la cual también se aplica a otras áreas- que no podemos regular, donde no tenemos un conjunto de reglas.
Sobre dicha cuestión, se ha manifestado Mons. Charles Chaput, ofm, arzobispo de Filadelfia (EE.UU):
En las últimas semanas, varias voces destacadas al frente de la Iglesia en Alemania sugirieron (implícitamente) su apoyo a la institución de un rito de bendición católica para parejas del mismo sexo que están civilmente casadas o quieren casarse por lo civil.
A primera vista, la idea puede sonar generosa y razonable. Pero la imprudencia de tales declaraciones públicas es, y debería ser, causa de una gran preocupación. Requiere una respuesta porque lo que ocurre en una realidad local de la Iglesia global, inevitablemente resuena en otros lugares, incluido aquí.
En el caso que nos ocupa, cualquier "rito de bendición" de este tipo cooperaría con un acto moralmente prohibido, sin importar cuán sinceras sean las personas que buscan la bendición. Tal rito socavaría el testimonio católico sobre la naturaleza del matrimonio y la familia. Confundiría y engañaría a los fieles. Y heriría la unidad de nuestra Iglesia, porque no podría ser ignorada ni respondida con el silencio.
Por su parte, el cardenal Paul Josef Cordes, ex presidente del Consejo Pontificio Cor Unum, ha escrito un comentario en el portal católico austríaco kath.net. «La iniciativa del Cardenal Marx ignora la clara Revelación de Dios», asegura, y explica que «la Iglesia está, en su cuidado pastoral, ligada a la Sagrada Escritura y su interpretación a través del Magisterio de la Iglesia». Cordes denuncia que «Marx si siquiera menciona que la homosexualidad siempre contradice la Voluntad de Dios». y llama a la idea de bendecir a las parejas homosexuales «aterradoramente ingenuas».
En cuanto a los que buscan ese tipo de bendición, dice:
Quien reflexione sobre esto por un momento, descubre la verdadera intención de los interesados. [...] En este caso, las personas no desean recibir la ayuda de Dios para sí mismas; más bien, apuntan con su solicitud al reconocimiento y la aceptación de su modo de vida homosexual y su valorización eclesial.
El prelado alemán agrega a este análisis su comentario:
«¿Una bendición eclesial como confirmación de una relación que es contraria a la Voluntad de Dios? Eso realmente parece sacrílego».
Para el Cardenal Cordes, está claro que el cardenal Marx «entiende mal la idea de la pastoral como una forma de aceptación sentimental». Y añade: «Esas cosas que son contrarias a Dios [ Gottwidrigkeiten] (intrinsice malum - intrínsecamente malas) son siempre un pecado»
El Cardenal Cordes concluye su comentario de la siguiente manera:
«¿O qué tal dar «en casos individuales»: más aliento para las actividades de los mafiosos? ¿Y aceptar la atención pastoral para los médicos que procuran abortos? ¿Qué hombre de iglesia es finalmente tan presuntuoso como para esperar más salvación de su «compasión» confusa que de escuchar la Voluntad de Dios? ¿Qué sirviente sabe más que su Maestro? En cualquier caso, una declaración de San Agustín muestra al cardenal [Marx] sus límites: «Ama a las personas que están equivocadas; pero combate con odio su error! Sin orgullo disfruta de poseer la verdad; ¡Lucha por ello con mansedumbre y bondad! »(San Agustín en Contra litteras Petiliani, 1,31)»