(EnCLM/InfoCatólica) En su escrito semanal, el arzobispo primado de España ha señalado que la Iglesia quiere «que nuestros jóvenes sí tengan lugar en nuestras comunidades cristianas, en nuestras parroquias» y ha pedido compromiso para «ayudar a nuestros jóvenes a recuperar, aquí en su tierra, en su patria, horizontes concretos de un futuro a construir».
Tomando como base el nacimiento de Jesús en el pesebre que se conmemora cada Navidad, el prelado ha hecho una similitud entre los rostros de José y María, «jóvenes cargados de esperanza a inquietudes», y los de los jóvenes actuales.
«Estamos en deuda»
«No se puede hablar de futuro sin contemplar estos rostros jóvenes y asumir la responsabilidad que tenemos para con nuestros jóvenes; más que responsabilidad, la palabra justa es deuda, sí, la deuda que tenemos con ellos», ha argumentado.
Mons. Rodríguez ha llamado a pensar qué lugar tienen los jóvenes en la sociedad ya que por un lado «hemos creado una cultura que idolatra la juventud queriéndola hacer eterna» pero de forma paradójica «hemos condenado a nuestros jóvenes a no tener un espacio de real inserción, ya que lentamente los hemos ido marginando de la vida pública obligándolos a emigrar o a mendigar por empleos que no existen o no les permiten proyectarse en un mañana».