(Aica) El Santo Padre expresa sus condolencias a todos los que lloran la pérdida de sus seres queridos, ofrece sus oraciones por los fallecidos y los encomienda a la misericordia del Todopoderoso».
El papa Francisco invocó «la bendición divina sobre los heridos, las autoridades civiles y los servicios de emergencia que participan en las labores de rescate, para que encuentren consuelo y fortaleza».
El terremoto, de 7,3 grados de magnitud y epicentro cerca de la ciudad kurda-iraquí de Halabjah, dejó un balance de más de 300 fallecidos y unos 3 mil heridos. Estas cifras se van modificando a medida que pasan las horas y avanzan las tareas de rescate y se encuentran más víctimas del desastre.