(InfoCatólica) Según el informe, el personal de las clínicas es «alentado» a procurar que las mujeres se sometan a un aborto porque está «vinculado a su bono de productividad». Es decir, cuantos más abortos logren, más cobran.
Los inspectores encontraron evidencia de que dicha política se implementa en cada una de las 70 clínicas de Marie Stopes. En todas ellas se pidió al personal que llamara a las mujeres que habían decidido no realizar un aborto para ofrecerles una nueva cita.
LA CQC ha averiguado que existe un documento de la compañía que pide poner el foco precisamente en la mujeres que se echaron atrás a la hora de abortar. Dicho documento figura con el título «Pacientes que no procedieron».
La diputada conservadora (torie) Fiona Bruce ha criticado la actuación de la franquicia abortista asegurando que «es sorprendente escuchar que, en un momento tan difícil y estresante, las clínicas de aborto se están aprovechando de las mujeres embarazadas al tratar de hacer la mayor cantidad de abortos que puedan, en lugar de tratar de dar un resultado asesoramiento y consejo genuino, no direccional. Esto socava completamente la legitimidad de estas organizaciones financiadas públicamente y debe investigarse».
En el informe de la investigación de una de las clínicas por parte del personal de CQC, se describe el centro como un «mercado de ganado» con una «cultura muy orientada a lograr objetivos». Los padres, compañeros o amigos de las mujeres que acuden a las clínicas vistos como un inconveniente y un posible obstáculo, por lo que su presencia se desalentienta firmemente.
Los inspectores de CQC también reflejan su preocupación por el hecho de que las menores de 16 años se somentan a abortos sin ser plenamente conscientes de los riesgos y las consecuencias.
Marie Stopes es el segundo proveedor de abortos en el Reino Unido.
Con información del Daily Mail