(Fides) En el comunicado enviado a la Agencia Fides, el Arzobispo invita a los gobiernos de Andhra Pradesh y Telangana a no permanecer indiferentes frente a las palabras ofensivas contra la Santa Madre Teresa, difundidas en un programa de televisión en los últimos días.
Según el líder nacionalista hindú, «la Madre Teresa organizó un tráfico ilegal de 50.000 mujeres, haciéndolas trabajar como religiosas después de convertirlas al cristianismo». Swami también ha declarado que la religiosa recibió sin merecerlo el más alto honor nacional, el premio «Bharata Ratna», que le fue otorgado en 1980 por el Gobierno de la India.
«¿No es esto un insulto a la nación y al Presidente de la India que ha reconocido los servicios de la Madre a los pobres, necesitados, pobres, enfermos terminales, ancianos, abandonados y a los que sufren?», se pregunta el arzobispo Bala.
«El trabajo de la Santa Madre Teresa –continúa el texto– es reconocido en todo el mundo y en 1979 fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz. En la actualidad hay 5.161 Hermanas de Madre Teresa en 758 casas que trabajan en 139 países. Además, los comentarios de Paripoornananda Swamiji no han sido solicitados porque el tema de la discusión era completamente diferente. No era necesario que Swamiji hablara del Papa ni de la Madre Teresa».
El Arzobispo señala que «los comentarios y las acusaciones de Paripoornananda Swamiji sobre la Madre Teresa no sólo hieren profundamente los corazones y sentimientos de la Iglesia católica y de la comunidad cristiana, sino también de las personas pertenecientes a todas las regiones que la respetan como santa y como madre de los pobres y de los que sufren».
La Iglesia en la india condena los intentos de aquellos «que intentan crear división en la sociedad». Siguiendo los pasos de Jesucristo, «podemos perdonar a Paripoornananda Swamiji», ha dicho el Arzobispo, recordando a los líderes religiosos de todas las creencias que «el deber primordial de todo líder religioso es fomentar la armonía y la paz en la comunidad de nuestra nación pluralista y salvaguardar la laicidad y la libertad religiosa garantizadas por nuestra constitución».
Los obispos piden al gobierno que se asegure de que tales episodios no se repitan en el futuro