(InfoCatólica) El proyecto «Cambio de sexo» se aprobó en forma abrumadora, con 171 votos, en el Parlamento tras recibir el firme apoyo del Primer Ministro Alexis Tsipras. Se otorga reconocimiento legal a los cambios de sexo sin más requisito que el deseo del solicitante, permitiendo a cualquier persona de 15 años de edad o más cambiar legalmente de género.
Tsipras habló en contra de lo que la Iglesia ortodoxa llama «Santa Tradición» y contra la enseñanza de la Iglesia sobre la familia. «Absolutamente ninguna Tradición, ninguna percepción de la familia, llama a la gente a ser marginada o arrojada a un abismo social e institucional», dijo el Primer Ministro griego.
La propuesta aprobada por el parlamento provocó la respuesta de los líderes de la Iglesia Ortodoxa, quienes condenaron unánimemente la ley como «inmoral» y «monstruosa».
El Santo Sínodo, máximo órgano de gobierno de los obispos ortodoxos en Grecia, advirtió que la ley propuesta es una «afrenta a la sociedad» y una amenaza a «la santidad de la familia».
«El proyecto de ley ... ataca la institución sagrada de la familia, contradice la buena moral y el sentido común y destruye al hombre», declararon unánimemente los obispos. «En lugar de disminuir la confusión y los trastornos mentales, los aumentará y dará lugar a un peligroso fenómeno social». Y añadieron que creará «una situación explosiva en las escuelas también».
Los obispos publicaron un documento conjunto que delinea la visión cristiana del sexo. El género masculino / femenino es «la base de la complementariedad psicosomática en el misterio de la vida y del amor», explicaron los prelado. El género de cada cual «no es elegible para ser cambiado, sino que es un don divino al hombre para ser usado en su santificación».
«El género no es ni libremente elegido ni alterado a voluntad», afirmó el Sínodo, y la ley griega no debe estar sujeta a «la declaración científicamente infundada del ciudadano, que puede ser cambiada posteriormente».
Los líderes ortodoxos advirtieron que la compasión por «el hombre afligido y maltratado» no está detrás de la propuesta, sino la coerción de poderosos grupos de presión, que resultan «en la disolución de la cohesión social y la muerte espiritual del hombre».
Los prelados pidieron al parlamento que «retire el proyecto de ley» y que el mundo deje de «fortalecer la tensión, la división y el absurdo, para contribuir a la elevación espiritual de nuestros ciudadanos».
El Sínodo concluyó reiterando que los cristianos aman al pecador, y parte de ese amor es decir la verdad sobre conductas dañinas como la sodomía. «La Iglesia rodea a toda la gente con amor y entendimiento sin discriminación, pero siempre desea su salvación y debe mostrar el fracaso de las decisiones erróneas».
Con información de Life Site News