(InfoCatólica) El día de ayer fue realizada la XV Peregrinación al santuario de Nuestra Señora de Luján, patrona de la Argentina y del Obispado Castrense. En ella participaron unas 1200 personas, personal civil y militar de las Fuerzas Armadas y de Seguridad junto a sus familiares.
La peregrinación fue presidida por el administrador diocesano del Obispado Castrense Mons. Santiago Olivera, quien posteriormente presidió la eucaristía celebrada en el Santuario, en compañía de presbíteros del clero castrense.
Sobre el sentido de la peregrinación, Mons. Olivera afirmó que «ya es una confesión de fe, el caminar es un verdadero canto de esperanza, y la llegada es un encuentro de amor. La mirada del peregrino se deposita sobre una imagen que simboliza la ternura y la cercanía de Dios. El amor se detiene, contempla el misterio, lo disfruta en silencio. También se conmueve, derramando toda la carga de su dolor y de sus sueños. La súplica sincera, que fluye confiadamente, es la mejor expresión de un corazón que ha renunciado a la autosuficiencia, reconociendo que solo nada puede».
«María, la mujer fuerte, queremos y vinimos a pedirte por nuestras Fuerzas Armadas y de Seguridad -exclamó el prelado. Venimos a pedirte por la gran familia castrense, por sus dolores y alegrías, por los sufrimientos de muchos, por la soledad de otros, por el dolor y las injusticias», rogó.
«Jesús, tu Cruz habla de triunfo y no de fracaso. Tomando nuestra cruz de cada día, y con la certeza de que María acompaña y sostiene, queremos pedirte que nos ayudes a valorar y construir con empeño perseverante la amistad social entre todos, desterrando desencuentros, odios, rencores y enfrentamientos y promoviendo la equidad y la justicia para todos. Somos testigos de que falta justicia para muchos». «Pido al Señor que nos ayude a favorecer y cultivar la disposición al diálogo genuino en la verdad y el respeto entre personas y sectores, como camino indispensable en la búsqueda del bien común».
Luego, invitó a las autoridades a firmar el Libro de Honor del Obispado Castrense y, para finalizar, se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino, acompañadas por los acordes de la Banda de Música del Regimiento de Artillería N°1 del Ejército Argentino.