(InfoCatólica) En la tarde del 20 de septiembre los obispos de la Conferencia Episcopal Tarraconense (CET), han emitido un comunicado «a todos los católicos que recen, que pidan la bendición de Dios sobre Cataluña, que vive un momento delicado de su historia».
La CET está formada por todos los obispos de las provincias eclesiásticas de Barcelona y la Tarraconense [diócesis de Tarragona, Barcelona, Urgell, Sant Feliu, Terrassa, Vic, Tortosa, Lleida, Girona y Solsona].
El comunicado, aunque no lo menciona expresamente, está motivado por la situación judicial y política vivida durante el día en Cataluña. Por orden judicial, la Guardia Civil realizó múltiples registros, requisó material destinado a realizar un referéndum independentista ilegal y detuvo a 14 personas, entre las que se encuentran varios altos cargos del gobierno regional de Cataluña. El presidente autonómico, Carles Puigdemont y otros políticos están llamando a la confrontación y en las calles los Mossos han tenido que intervenir para disolver concentraciones de independentistas violentos.
Entre tanto el Presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, manifestó que las autoridades catalanas «en unas horas pretendieron liquidar la Constitución española, el Estatuto de Cataluña, el ordenamiento jurídico e inventaron una nueva legalidad. Por suerte el Estado de derecho ha funcionado».
Los obispos catalanes piden «que la sensatez y el deseo de ser justos y fraternos nos guíe a todos».
Nota de la Conferencia Episcopal Tarraconense
En estos días, pedimos a todos los católicos que recen, que pidan la bendición de Dios sobre Cataluña, que vive un momento delicado de su historia.
Pedimos también a Dios por todas las personas que tienen la responsabilidad en el gobierno de las diferentes administraciones públicas, de la gestión del bien común y de la convivencia social.
La Iglesia quiere ser fermento de justicia, fraternidad y comunión, y se ofrece para ayudar en este servicio en bien de nuestro pueblo.
Animamos a todos, especialmente a los laicos cristianos, a ser responsables y comprometidos en la vida pública, para avanzar en el camino del diálogo y del entendimiento, del respeto a los derechos y las instituciones y de la no confrontación, ayudando a que nuestra sociedad sea un espacio de fraternidad, de libertad y de paz.
Que la sensatez y el deseo de ser justos y fraternos nos guíe a todos.
Barcelona, 20 de septiembre de 2017