(Gaudium Press/InfoCatólica) Con el triduo del milagro la Arquidiócesis de Salta comenzó las celebraciones en honor al Señor y la Virgen del Milagro, cuya solemnidad ocurre el 15 de septiembre. Los tres días de homenajes han comenzado el miércoles 13 con los tributos a la Santísima Virgen del Milagro, y la Misa estacional ocurrida en la Catedral Basílica de Salta a las 10:00 horas; además la procesión de penitencia de las 20:30.
El jueves 14, en la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, se celebraron sucesivas eucaristías desde la mañana a la tarde, más la misa estacional a las 10:00 horas. Cerrando con una vigilia de oración en la Catedral y Santuario.
La Eucaristía central de este día fue presidida por Mons. Ernesto Giobando, SJ, Obispo Auxiliar de Buenos Aires, y concelebrada por Mons. Mario Antonio Cargnello, Arzobispo de Salta; además de Mons. Martín Elizalde, Obispo Emérito de Nueve de Julio; y Mons. Ángel Francisco Caraballo, Obispo Auxiliar de Maracaibo, Venezuela.
«La Iglesia nos invita a contemplar una vez más a Jesucristo puesto en la cruz y, al contemplar al Señor crucificado, pedimos la gracia de poder entender lo que es la sabiduría de la cruz (...) no solo entender, sino animarnos a vivirla, como Jesús nos enseña: “El que quiera seguirme que cargue su cruz y me siga” (...) Lo que era una herramienta de tortura, el lugar donde los condenados padecían, los que pagaban por sus culpas, se convierte para nosotros en fuente de salvación», dijo Mons. Giobando durante la homilía, según cita AICA.
El prelado dijo también que llegó a Salta «como un peregrino, porque necesito recibir del Señor y de la Virgen del Milagro las gracias y darle gracias también. Porque su amor es inquebrantable, y su fidelidad dura por siempre».
Las solemnidades han tenido como momento álgido la fiesta del Señor del Milagro este viernes 15 con la Misa estacional que presidió Mons. César Daniel Fernández, Obispo de Jujuy. El prelado señaló durante la homilía que la solemnidad de Nuestro Señor del Milagro «nos pone con todo realismo frente al misterio de su infinito amor por cada uno de nosotros, que somos su pueblo».
«Una vez más el pueblo reconoce y agradece el amor de su Señor y manifiesta su compromiso de corresponder a este amor, renovando el pacto de fidelidad por el cual nosotros queremos ser siempre suyos como Él es nuestro», agregó Mons. Fernández.
Precisamente, a las 18:30 ha tenido lugar la procesión y renovación del pacto de fidelidad a Jesús del Milagro, bajo la voz del pastor de la ciudad, el Arzobispo de Salta, Mons. Cargnello. Una tradición que ocurre desde 1692.
Fue aquel año, un septiembre, cuando intensos terremotos sacudieron parte de lo que hoy es Salta, y se originó la devoción al Señor del Milagro. Cuenta la historia que ese 1692 el entonces padre José Carrión, pidió sacar a las calles una imagen de Cristo Crucificado que un siglo atrás había llegado al templo procedente de España, pero que había quedado en el olvido.
Dicen que con este gesto de hacer visible al Crucificado por las calles cesaron los movimientos telúricos, y que al regresar al templo, quienes habían participado en aquella procesión, vieron cómo la imagen de Nuestra Señora era la única que había permanecido intacta.
Desde ese momento ambas imágenes, la del Señor y la Virgen del Milagro, salen de la Catedral de Salta, en memoria del suceso.