(EcclesiaDigital/InfoCatólica) La segunda jornada del I Congreso Mundial de Bioética, organizado por la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, que se inauguró ayer lunes en El Escorial (Madrid), ha girado en torno a «Hospitalidad y ética de la vulnerabilidad», en una primera sesión, a la que ha seguido la presentación de diferentes proyectos y experiencias desarrollados por los participantes en este encuentro en sus centros de trabajo.
En la primera mesa de debate, moderada por Joaquim Erra y Mas OH, han intervenido el psicólogo Alejandro Florit, la psiquiatra María Isabel de la Hera, Michael Koroma, director del Hospital de Lunsar, en Sierra Leona, y Jürgen Wallner, responsable de Ética y gestor sanitario en Austria.
En opinión de Alejandro Florit, que representa a las Hermanas de San Benito Menni, la discapacidad intelectual no puede ser causa de exclusión. Según este psicólogo, sobra paternalismo y se olvidan los criterios personales. Florit abogó en su intervención por encontrar soluciones adecuadas a la transición de niños con discapacidades a la vida adulta.
La ponencia de María Isabel de la Hera, actual Subdirectora Médica del Hospital San Juan de Dios de Ciempozuelos (Madrid), titulada «Bioética y salud mental», recordó que «la psiquiatría también se rige por principios de la bioética». «No vale la indiferencia; hay que acompañar al paciente».
La intervención Michael Koroma OH, enfermero y especialista en gestión de centros sanitarios, estuvo centrada en su experiencia como responsable del Hospital Lunsar de Sierra Leona durante la crisis del ébola, en otoño de 2014. Habló de la escasez de personal en los momentos más críticos, de labor formativa desarrollada por los Hermanos de San Juan de Dios, del miedo y de las dificultades para sustituir el material contaminado en los hospitales. También explicó las razones que obligaron a su cierre.
En este punto coincidió con el superior general de la Orden, Jesús Etayo: «aquel era un espacio de muerte y había que cerrarlo, como se hizo también en Monrovia. Tampoco había trajes y material adecuado para afrontar la situación». La Orden sin embargo, logró reabrir sus hospitales de Sierra Leona y Liberia con persona local, cumpliendo los estrictos protocolos de seguridad, para atender a las miles de mujeres y niños que no podían acudir a ningún otro sitio.
Sobre su situación personal en aquel momento, Koroma confesó lo siguiente: «no podías hablar a los enfermos a menos de tres metros de distancia y yo decía: si muero, pues bien, no pasa nada».
Jürgen Wallner se mostró partidario en su intervención de rechazar ciertos tratamientos y de comprobar «qué es lo mejor para el paciente, teniendo siempre en cuenta sus deseos». Según Wallner, «hay que respetar su decisión de no aceptar un determinado tratamiento, pero quiero dejar claro que la bioética no está en contra de los cuidados paliativos». También subrayó la importancia de la intimidad y la confidencialidad en este tipo de situaciones. Durante su intervención apuntó la necesidad de consensos a la hora de afrontar el problema de la sexualidad en personas discapacitadas.
Por su parte, José María Bermejo, director del Congreso, se quejó de que «los gobiernos muchas veces llegan tarde y tenemos que ir juntos, de la mano, para llegar a tiempo». El cierre de la jornada corrió a cargo del periodista Fernando Ónega, quien destacó la labor que hacen los hermanos de San Juan de Dios en la protección de los más «vulnerables».
Hoy además actuó el artista de Sierra Leona afincado en Madrid, Seydu, que interpretó un par de canciones africanas al comienzo de la jornada.
La Orden Hospitalaria en datos
La OHSJD nació hace casi 500 años y es una institución de la Iglesia Católica sin ánimo de lucro dedicada a la atención social y sanitaria a través de diversos dispositivos, entre los que se incluyen hospitales y centros en los siguientes ámbitos: hospitalario, social, salud mental, discapacidad y mayores.
Actualmente, la OHSJD cuenta con más de 400 centros y dispositivos en los cinco continentes, en 55 países, atendiendo al año a cerca de 27 millones de personas enfermas o en situación de vulnerabilidad.
En España la OHSJD dispone de una red de 75 centros y dispositivos sociales y sanitarios, que atienden a cerca de un millón cuatrocientas mil personas al año y cuenta con más de 11.300 profesionales, 260 Hermanos de San Juan de Dios y más de 3.500 personas voluntarias.