(Revista Ecclesia/InfoCatólica) Desde el 22 de agosto, las campanas de la catedral La Inmaculada Concepción de Cubao, en Manila (Filipinas), empezaron a sonar a las 8:00 p.m. para expresar la condena de la Iglesia por el fuerte aumento de ejecuciones extrajudiciales cometidas contra supuestos implicados en el tráfico de drogas.
Así lo dio a conocer el padre Aris Sison, rector de la Catedral Inmaculada Concepción. Quien agregó que el sonar de las campanas también expresarán las condolencias con los familiares de las víctimas de la cruenta lucha contra las drogas, así como para invitar a toda la población a orar por la paz en el país.
«Esta es nuestra manera de invitar a la gente a orar por la paz en nuestro país. Las campanas en la Iglesia son siempre un llamado a la oración, por eso cada noche sonarán a las 8:00 p.m. por estas tres intenciones», afirmó.
Contexto de la situación
La medida se produce luego de que más de 80 sospechosos implicados en supuesto tráfico de drogas fueran abatidos por la Policía la semana pasada en el área metropolitana de Manila, cerca de la provincia de Bulacan. Este acto ha sido considerado uno de los más sangrientos desde que el Presidente del país, Rodrigo Duterte, comenzó su lucha contra el narcotráfico en julio del año pasado.
No obstante, esto desencadenó protestas por la muerte de Kian Lloyd De Los Santos, un estudiante de 17 años quien según la Policía era un traficante de drogas que intentó huir durante una incursión policial, lo que habría obligado a los agentes a dispararle. Sin embargo, la familia del estudiante aseguró que el joven fue asesinado cuando este estaba suplicando por su vida.