(La Stampa) «Saluda a mi hermano Kirill, Patriarca de Moscú y de todas las Rusias». Fue el saludo que el Papa Francisco mandó a través del cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin al Patriarca de Moscú Kirill. El purpurado italiano se reunió con el líder de la Iglesia ortodoxa rusa hoy por la tarde, después de su encuentro con el Ministro del Exterior ruso, Lavrov, en el monasterio Danilovsky. El Patriarca respondió en italiano con un «Grazie».
Después, Parolin, quien llamó al Patriarca ortodoxo «Santidad», subrayó: «para mí es un gran honor ser recibido por usted. No es el primer encuentro. Nos vimos de pasada en La Habana. No me imaginaba que nos habríamos vuelto a ver tan pronto», pero, constató, «las vías del Señor son misteriosas».
Al comenzar el encuentro, Kirill aubrayó que «la Iglesia no puede jugar ningún otro papel además de la pacificación cuando las personas están en conflicto entre sí», como en Ucrania. «Apreciamos mucho –añadió– que también esta vez hayamos encontrado comprensión recíproca sobre el papel que deben desempeñar nuestras Iglesias en relación con la reconciliación de la población en Ucrania».
Por su parte, el Secretario de Estado vaticano afirmó que «el ecumenismo de la santidad es verdadero, existe: los santos nos unen porque están más cerca de Dios y nos ayudan a caminar con mayor velocidad hacia el abrazo fraterno y la comunión eucarística». Parolin se refería al viaje que las reliquias de San Nicolás ha hecho a Rusia durante este verano; el fragmento de costilla del santo dejó la ciudad italiana de Bari el pasado 21 de mayo, por primera vez desde hace 930 años.
Según indicó Kirill, las reliquias de San Nicolás de Bari fueron veneradas por 2,3 millones de fieles de ambas confesiones y representa uno de los frutos del encuentro que tuvieron en el aeropuerto de La Habana el año pasado el Patriarca ortodoxo ruso y el Papa Francisco. La exposición en Rusia (en Moscú y en San Petersburgo) de las reliquias de San Nicolás fue un tema sobre el que hablaron Kirill y Parolin al comenzar su conversación. «Un evento excepcional para la historia de nuestras Iglesias», subrayó el Patriarca.