(Asia News/InfoCatólica) Activistas por los derechos civiles e intelectuales de Malasia, nación donde la mayoría de la población es musulmana, han protestado contra la decisión del gobierno, mientras que en el país se suceden las polémicas y temores por el creciente conservadurismo de las autoridades.
El libro, titulado «Romper el silencio: voces de moderación – El islam en una democracia constitucional», es una compilación de ensayos publicados por un grupo de importantes malasios musulmanes que promueven una forma más tolerante del islam.
Al firmar la proscripción la semana pasada, el viceministro Ahmad Zahid Hamidi afirmó que la impresión o posesión del libro «probablemente perjudiquen el orden» y «alarmen a la opinión pública». Quien viole la prohibición que rige sobre el libro –publicado en el vecino Singapur- arriesga penas de hasta tres años de prisión.
Cada vez más censura
Malasia proscribe con cierta regularidad libros, películas y canciones que podrían contener material sensible referido a la religión o al sexo, pero los críticos afirman que el gobierno, en el último tiempo, ha agudizado la censura. El libro es fruto del trabajo de un grupo de ex funcionarios públicos de alto rango y diplomáticos, conocido como el «G25» –por el número de sus miembros fundadores- que fue formado para combatir la intolerancia.
Chandra Muzaffar, uno de los autores de la compilación, ha declarado que la prohibición revela «el abordaje autoritario hacia el islam» del gobierno. «Es una reunión de ensayos que tiene la intención de demostrar que en el país, debe combatirse de un modo intelectual a los extremistas y al pensamiento fanático referido a cuestiones relativas al islam». Marina Mahathir, activista por los derechos e hija del ex premier Mahathir Mohamad, afirma que el objetivo de la medida es acallar a quienes critican a la administración.
Ellos sostienen que en el último tiempo se han incrementado los intentos del gobierno de censurar cualquier cosa considerada «no islámica», dado que el partido del primer ministro Najib Razak trata de dirigirse a la base musulmana malasia en vista de las elecciones, a las que podría convocarse en los próximos meses. Luego de las presiones ejercidas por un partido político islámico, en el mes de julio su administración prohibió la reproducción, en la TV y radio estatales, de la exitosa canción «Despacito», a causa de su letra.