(Aica/Gaudium Press) «Era uno de los templos católicos más grandes y el más alto de Podolia», explicó el monje Adrián Kotlyarski a la agencia de noticias RISU. «En su forma original, antes de la profanación comunista, la altura del templo, junto con las torres, alcanzaba los 60 metros. La gente sostiene que era visible a kilómetros de aquí». En el siglo XVI era una capilla de madera, y en 1970 ya era una gran construcción de piedra.
En 1990 los Misioneros de María Inmaculada recobraron el templo, y comenzaron su rehabilitación. Además del templo hay una sala de oraciones, celdas para los monjes, lugar para hospedar visitantes, comedor y zona de juego infantil.
«En el primer piso habrá un museo de víctimas del régimen totalitario soviético por sus creencias religiosas. Allí habrá objetos relacionados con aquellos acontecimientos, materiales históricos, fotografías. En particular, la exposición contendrá los pocos elementos de decoración del templo que sobrevivieron», indicó elmonje Kotlyarski.