(HO) La sección segunda de la Audiencia, formada por los magistrados Carmen Compaired, Rosario Esteban y Eduardo de Urbano, considera que los mensajes del autobús de la asociación HazteOir.org «son dudosamente delictivos».
«Existen serias dudas de que los hechos en que se apoya [la medida cautelar] puedan ser considerados delito», abunda el tribunal en el fundamento jurídico del auto.
En este sentido, se recuerda la Sentencia del Tribunal Constitucional 235/2007 de 7 de noviembre en la que se especifica que «nuestro ordenamiento constitucional no permite la tipificación como delito de la mera transmisión de ideas».
En todo caso, los magistrados subrayan que decir, como se reflejaba en el autobús, «No permitas que manipulen a tus hijos en el colegio infórmate con el libro que no quieren que leas» no puede considerarse «un atentado a la juventud y la infancia», porque responde al derecho constitucional de los padres a formar a los hijos «de acuerdo con sus propias convicciones».
Al conocer la sentencia de la Asamblea de Madrid, el presidente de HazteOir.org, Ignacio Arsuaga señala: «El pronunciamiento judicial vuelve a darnos la razón y demuestra que el #HObus ha sido perseguido por algunos políticos porque sacábamos a la luz lo que ellos querían esconder: su perverso plan de adoctrinar sexualmente a los niños en once comunidades autónomas».
«Admitir la persecución de ideas que molestan no es democrático»
Por otro lado, los magistrados advierten, respecto a la denuncia del Ayuntamiento de Madrid que propició una medida cautelar para que el autobús no circulara, que «admitir la persecución de ideas que molestan a algunos o bastantes no es democrático«. Esta persecución de ideas, además, «supone apoyar una visión sesgada del poder político como instrumento para imponer una filosofía que tiende a sustituir la antigua teocracia por una nueva ideocracia».
El auto también recuerda que «las ideas, como tales, no deben ser perseguidas penalmente, en especial cuando no se focalizan específicamente sobre ningún grupo determinado».
Entre los fundamentos del fallo se analizan «con cautela y sólo de forma analógica» las resoluciones absolutorias adoptadas en significativos casos relativos a las ofensas y la libertad de expresión como el del concejal de Madrid por Podemos Guillermo Zapata, el caso de los titiriteros de «Gora alka-ETA», o la profanación de la capilla de la Universidad Complutense liderado por la portavoz del Ayuntamiento de la capital, Rita Maestre.
Incluso, hace referencia a la ausencia de reacción o impedimentos a la circulación del llamado «Tramabús» de Podemos, en lo que pudiera afectar a la reputación de las personas aludidas.
El #HOBus, también conocido en otros países como #BusDeLaLibertad
Tras la prohibición de circular por Madrid y la persecución política a la que se vió sometida la campaña de Hazteoir.org en Madrid, comenzó su periplo por otras ciudades españolas, donde el autobús y sus ocupantes fue objeto de censura y señalamiento por los poderes políticos y de violencia desenfrenada por parte de grupos radicales.
Así, se registraron episodios de violencia extrema en ciudades como Barcelona, Pamplona, Sevilla o Valencia, entre otras. Esa misma violencia se ha repetido en otros países donde la campaña ha seguido funcionando como en Estados Unidos,Colombia, México y Chile,
Palos, bates de beisbol, cadenas de moto, piedras, patadas, huevos, insultos, acoso en la calle y agresiones personales. A esta violencia física hay que sumar la extorsión a la que fue sometido el presidente de HazteOir.org, Ignacio Arsuaga, por parte de unos ciberdelincuentes y que está siendo investigada por la Policía Nacional.
Pese a la violencia extrema de pequeños grupos radicales muy violentos, el #HOBus también ha contado con un amplio apoyo ciudadano, especialmente, padres preocupados por la injerencia del Estado en el adoctrinamiento sexual de sus hijos sin su consentimiento.
Además, pese a la persecución política y de los violentos hacia el #HOBus, éste ha tenido un respaldo mayoritario en las encuestas abiertas y públicas de los principales diarios electrónicos y, también, ha generado un impacto de presencia en los medios de comunicación equivalente a 50 millones de euros.