(Gaudium Press) Los prelados rechazaron el informe oficial de una nueva autopsia practicada al cuerpo del obispo, hallado en el río Sanaga el día 2 de junio. Después de haber hallado signos de tortura en la primera autopsia, la tercera afirma una supuesta ausencia de signos de violencia. La situación indica la existencia de una grave tensión entre las autoridades locales y la Iglesia Católica.
La polémica autopsia que niega el asesinato de Mons. Benoit Balla fue comisionada por la Interpol y conducida por expertos alemanes llegados al país el día 29 de junio. Los doctores llegaron a la conclusión de que el cuerpo examinado corresponde al de una persona fallecida por ahogamiento sin signos de violencia. Esta declaración ha motivado sospechas de que el cuerpo analizado por los médicos no fuera el mismo del prelado.
«Cuando nosotros declaramos que el Obispo Jean Francois Benoit Balla fue asesinado, sabíamos de qué estábamos hablando», expresó el Presidente de la Conferencia Episcopal de Camerún, Mons. Samuel Kleda, según informó The Tablet. El prelado preguntó por qué no se hicieron públicas las conclusiones oficiales de dos autopsias que ya se habían realizado antes.
Los prelados renovaron su llamado a que se haga justicia en un caso de enorme relevancia para el país y para la Iglesia. «En vista de los hallazgos iniciales, los Obispos de Camerún afirmamos que el Obispo Jean-Marie Benoit Balla no cometió suicidio», afirmó el Obispo en una declaración previa. «Este es un asesinato más y uno es demasiado. Lo que queremos saber es por qué fue asesinado y quién lo hizo. Debe hacerse justicia».