(Actuall) El matrimonio homosexual sigue siendo objeto de discrepancias en Europa, aunque en la parte más occidental del continente la mayoría de los países lo han legalizado en el último decenio.
Esa diferencia se ha plasmado en la última semana en dos países que hacen frontera entre sí: Alemania y Austria. Tras la libertad de voto de la canciller Angela Merkel a sus diputados y la aprobación del matrimonio homosexual, el Gobierno austriaco quiso copiar a sus vecinos y propuso delimitar una fecha para votar un proyecto de ley al respecto.
El SPÖ -los verdes- tenían prisa por cerrar la fecha de la votación y apremiaron a sus socios de Gobierno, el partido conservador ÖVP (Partido Popular Austriaco) para que les apoyase. Pero estos no estaban por la labor.
Al final se intentó acordar un día en el calendario o se zanjar el tema como en 2015 -cuando Austria votó ‘no’ al matrimonio homosexual- y la respuestas ha sido negativa.
El partido conservador, socio de gobierno de los verdes para evitar que el partido de extrema derecha FPÖ llegase al poder, no apoyo la moción y ha abierto una pequeña crisis. En especial teniendo en cuenta que la intención de los verdes era aprobar el matrimonio homosexual antes de las elecciones de octubre, lo que ya no será posible.