El patriarcado caldeo se opone a que los cristianos colaboren con quienes quieren poner fin a la unidad de Irak

Aunque la constitución de una autonomía mayoritariamente cristiana en la llanura de Nínive, bajo protección de un eventual estado kurdo es tentadora como protección frente al sectarismo musulmán, creo que el patriarca hace un llamamiento muy lúcido, antes de que los nacionalistas asirios arrojen a su propio pueblo de cabeza a la catástrofe.

En primer lugar, dicha autonomía dejaría a los pies de los caballos a los cristianos que aún quedan en el centro y sur de Irak (el propio patriarcado tiene la sede en bagdad, aunque el número de cristianos allí sea mucho menor que en el norte). Serán señalados como cómplices del separatismo kurdo por el resto de iraquíes.

En segundo lugar, los kurdos tienen enemigos poderosos, y no sólo los salvajes salafistas, sino el estado turco, que no sólo no dará autonomía a los kurdos de Anatolia, sino que tampoco quiere ningún estado kurdo en la región, para evitar el efecto contagio. El ejército turco es poderoso, y sólo está esperando una excusa para borrar un eventual estado kurdo en la región. Los cristianos serían borrados junto a ellos. Incluso Irán, que les ha apoyado, al ser chíies y no sunníes, como los kurdos, les puede abandonar en cualquier momento.

Y en tercer lugar, y relacionado con lo anterior, el estado kurdo nace auspiciado por occidente, sobre todo EEUU. Ambos tienen un largo historial de alentar divisiones entre los pueblos de oriente próximo y una vez logrado dejar en la estacada a sus aliados locales.

Una patata caliente la ayuda kurda, los kurdos querrán cobrarse la ayuda contra el ISIS pero lo cierto es que los problemas políticos de los kurdos nada tienen que ver con los cristianos porque no hay cristianos entre los kurdos.