(ACI/InfoCatólica) En declaraciones al diario español ABC, el Prelado señaló que la Constituyente del Presidente Maduro es parte del Plan de la Patria, el proyecto de país promovido por el chavismo.
Este plan «está en marcha con la Constituyente. El peligro es que con la Constituyente, Venezuela sería comunista y perderíamos la democracia», afirmó en la entrevista publicada el 31 de mayo.
Maduro convocó a una Asamblea Constituyente el 1 de mayo para modificar la Carta Magna de 1999, aprobada por Hugo Chávez. El anuncio del mandatario fue rechazado por la oposición y por varios países de la región, lo que llevó a la OEA a realizar una sesión el miércoles 31 para tratar la crisis venezolana.
Sin embargo, por falta de acuerdo, los miembros de la OEA decidieron suspender la reunión y seguir trabajando en una declaración antes de la asamblea general que se realizará en México del 19 al 21 de junio.
Impuesto sin consultar a la población
Además, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), afirmó en un fallo difundido el miércoles que «no es necesario ni constitucionalmente obligatorio un referéndum consultivo previo para la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente».
Esta decisión también fue criticada, incluso por la Fiscal General, Luisa Ortega, que aunque tradicionalmente ha sido acérrima partidaria del chavismo, se ha opuesto a esta medida y ha pedido una aclaración al Tribunal, pues considera que el proceso de la Constituyente vulnera la participación popular.
Durante la entrevista, Mons. Padrón recordó que el Episcopado también rechaza la Constituyente porque «es innecesaria» y porque «el pueblo no necesita una nueva Constitución», sino «comida, medicina, seguridad y un camino electoral, respeto a la soberanía del pueblo».
Además, «en caso de necesitar una reforma está la enmienda que forma parte del debate parlamentario», expresó.
En Venezuela el gobierno se convirtió en «dictadura»
Al Presidente de la CEV se le preguntó si tampoco era necesario «l referéndum consultivo como lo plantea la Asamblea Nacional», dominada por la oposición.
«La Constitución –respondió– establece que a mitad del mandato presidencial se puede celebrar un referéndum revocatorio. Esa fue la propuesta de la Asamblea Nacional el año pasado. El Gobierno impidió un derecho constitucional, entonces automáticamente se convirtió en una dictadura».
Sobre el papel de la oposición, Mons. Padrón afirmó que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) «ha sido muy buena en ganar elecciones, como las legislativas del 6 de diciembre de 2015. Pero no tiene un proyecto orgánico de país».
Le medida autoritaria de Maduro es vista en Venezuela como el último recurso para implantar una constitución a la cubana de manera antidemocrática en un momento donde el chavismo no sobreviviría otras elecciones con un rechazo de más del 80% de la población.
Canal humanitario
El Presidente del Episcopado advirtió que «en Venezuela mueren personas por falta de alimentos y medicinas. La gente come de la basura. Hay un 11% de desnutrición infantil, según Cáritas. El Gobierno no atiende a la población infantil menor de 5 años. La desnutrición es un fenómeno irreversible».
Sin embargo, «ante una situación tan dura, el Gobierno solo presenta una (Asamblea Nacional) Constituyente que no se corresponde con necesidades importantes, como la apertura de un canal humanitario».
Mons. Padrón recordó que la Iglesia ha puesto a disposición la estructura de Cáritas para distribuir medicinas y comida, pero el gobierno «ha puesto dos objeciones. Primero, la crisis humanitaria es ir contra la dignidad del pueblo, toman al pueblo como excusa».
«La segunda objeción es que no se puede hablar de crisis humanitaria para no mostrar que el Gobierno no está haciendo nada. El Ejecutivo afirma que está tomando medidas… Se limita a cuidar la imagen de Venezuela y del Gobierno. Pero la realidad se impone», expresó.
En ese sentido, criticó el uso de los pobres como parte de un discurso. «La idea de reivindicar a los pobres es pura teoría porque hoy los pobres son más pobres».
Indicó que además de la falta de comida y medicinas, «deben humillarse para conseguir el pan, tienen que hacer largas filas con pérdida de tiempo». También está la falta de seguridad, pues «no se puede salir a la calle a ninguna hora».
Diálogo y represión
En la entrevista, el Prelado advirtió que «en estos momentos no se ve factible» un nuevo diálogo entre el régimen y la oposición. Indicó que «el Gobierno debe bajar la represión» contra las marchas que desde inicios de abril ocurren en el país.
«Mientras se recrudece no hay posibilidad de diálogo. Tenemos una represión brutal y asesina que ha producido unas 60 muertes. Son muchos en solo dos meses de protestas. Esto no tiene fin. El Gobierno ha importado más armas para reprimir las marchas», denunció.
Asimismo, rechazó que se quiera responsabilizar a la Santa Sede por el fracaso del diálogo del año pasado y señaló que la CEV «no ha llamado a la protesta, sino a reconocerla como un derecho ciudadano constitucional de manera pacífica».
«El Vaticano no fue mediador, sino un facilitador del diálogo. Por lo tanto, no se le puede atribuir a un facilitador ninguna responsabilidad más allá de sentar en una mesa a las dos partes», indicó.
Además, recordó que el gobierno no cumplió con los acuerdos del diálogo, como son la apertura del canal humanitario, la liberación de los presos políticos, el respeto a las instituciones y el camino electoral.
Finalmente, se le preguntó si «la solución pasa por Cuba». «La problemática de Venezuela pasa por Cuba, pero la solución es netamente venezolana y no necesita de la intervención cubana», señaló Mons. Padrón.