(Religión Confidencial) Participaron en el encuentro el arzobispo de Alepo y administrador de la Iglesia Griega Melkita, Jean Clément Jeanbart; el arzobispo de Basora, Habib Al Naufali, el diputado en el Parlamento de Iraq y miembro de la comunidad cristiana asiria, Yonadam Kanna y el artista de la Unesco por la Paz, Naseer Shamma.
La situación de derechos humanos a la que se enfrentan las minorías en Iraq sigue siendo alarmante en los niveles político, cívico y cultural. En lugar de ser contenida, esta pandemia se ha expandido en otros países como Siria y Egipto y comunidades minoritarias siguen huyendo de sus países.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación de España ha invitado a víctimas de violencia étnica y religiosa. En una conferencia celebrada ayer en la Casa Árabe de Madrid, el arzobispo de Alepo, Jean Clément Jeanbart, con un tono enérgico, comenzó su disertación diciendo: «Quiero hablar con sinceridad. Nuestro pueblo se ve expuesto a la muerte todos los días».
Recordó que más de dos tercios de ciudadanos han abandonado Alepo y «sufren mucho, también los musulmanes» que no están de acuerdo con el Daesh. «El dolor no se limita a los cristianos. Se extiende a todos aquellos que no quieren practicar el integrismo», dijo durante el acto al que acudió Religión Confidencial.
«Han destruido el patrimonio cultural de Alepo»
Visiblemente emocionado, manifestó que no solo han destruido las casas y la libertad, hasta 3.000 fábricas, sino «también han arrasado con el patrimonio de nuestra ciudad, el que hemos construido hace cien años desde que nos liberamos del imperio otomano».
El arzobispo de Alepo se lamentó de que Daesh haya destruido más «de cien años de convivencia pacífica entre cristianos y musulmanes en Siria. Disfrutábamos de un laicismo positivo en el que creyentes y no creyentes tenían los mismos derechos».
Con tristeza recordó cuando en Alepo estudiaban 150.000 alumnos en una universidad gratuita. «Todo esto nos hace llorar por lo que han hecho contra nosotros. Pido a las personas que ostenten el poder que tenga misericordia con nuestro pueblo», señaló.
La seguridad es «malísima» en Iraq
Por su parte, el arzobispo de Basora (Iraq), Habib Al Naufali, alertó sobre el discurso del odio que se está propagando a través de los medios de comunicación y redes sociales.
«La seguridad en nuestro país es malísima. Nuestro patriarca ha denunciado que el gobierno iraquí ha confiscado más de 23.000 propiedades privadas. He hablado con el representante de Naciones Unidas en Jordania y me dicen que no pueden hacer nada sobre el terreno. No lo entiendo. Se están violando los derechos humanos continuamente», manifestó.
Habib Al Naufali exigió una legislación internacional que otorgue derechos reales y de ciudadanía a las minorías, puesto que la legislación iraquí contempla que el islam es la religión oficial y no se puede promulgar ninguna ley contraria.
«Necesitamos que Occidente proteste»
«Pedimos soluciones políticas y culturales. Necesitamos pasar a la acción. Nosotros tenemos la misión de Cristo de permanecer en Iraq para defender el mensaje de paz. Necesitamos que Occidente proteste para acabar con la propagación de la cultura de odio», aseveró el arzobispo de Basora.
El tercer testimonio corrió a cargo de Yonadam Kanna, diputado del parlamento de Iraq y miembro de la comunidad cristiana asiria, quien protagonizó también un discurso enérgico. «El conflicto no es entre musulmanes y cristianos, sino que va más allá. Algunos países quieren guerras. En Siria, uno de los objetivos era acabar con las bases rusas. No quiero dar una imagen negra, pero estamos contentos con el apoyo de Estados Unidos porque nos está ayudando a acabar con la ideología de Daesh».
Alerta al rey de España
Kanna alertó que el Estado Islámico está acabando con la diversidad religiosa y la libertad, y las guerras se van a extender a todo el mundo. «Es un problema internacional. Así se lo he transmitido al rey de España. Le he dicho que hay muchas personas y soldados en todo el mundo formados por Daesh».
Insistió en que Europa y Estados Unidos deben ser parte de la solución, al igual que ocurrió con la caída del muro de Berlín y conseguir un acuerdo vinculante con el consejo de las naciones unidas para que declaren criminales de guerra a los terroristas del Daesh porque, de lo contrario, arrasarán en todo el mundo. Por último, advirtió que el principal problema son los individualismos, es decir, que cada uno vele solo por lo suyo.
Finalmente, Nasser Shamma, artista de Unesco por la paz, hizo un llamamiento a la esperanza porque hay muchos jóvenes árabes que creen en el diálogo: «El odio es un virus curable. Yo lo he visto. El problema es político y hay que solucionarlo».