(Fides) Como buen católico, antes de establecerse en una casa nueva, el recién elegido presidente coreano Moon Jae-in pidió que un sacerdote bendijera su nueva residencia. Se trata de la «Casa Azul», residencia oficial del presidente de la República de Corea del Sur, el edificio que alberga las oficinas presidenciales y es utilizado para recibir a los jefes de estado en visita a Corea.
El presidente Moon llamó a «su párroco», sacerdote al cargo de la parroquia de la Santísima Trinidad en la zona de Hongje-dong, en Seúl.
Según la información de la Agencia Fides, el P. Pablo Ryu Jong-Man, párroco en Hongje-dong, aceptó con alegría la invitación y el 13 de mayo, día en que el presidente ha tomado posesión de la nueva casa, bendijo a las personas, el lugar, y todas las cosas de la casa Azul. En la solemne ceremonia de bendición el párroco, acompañado por unas religiosas, ha puesto sus manos sobre el presidente y su esposa, y ha rezado por él, para que «sea sabio como Salomón». Después ha añadido: «Antes de tomar cualquier decisión sobre el estado, reza al Espíritu Santo, Él descenderá sobre ti y te dará su luz y su fuerza».
Don Pablo Ryu Jong-Man describe al presidente, a quien conoce bien, como «hombre muy humilde, abierto y piadoso». El Presidente Moon, ha dicho Don Pablo, siempre lleva un anillo de Rosario en su dedo anular de la mano izquierda como muestra de su devoción a María. La entrada en la Casa Azul se ha llevado a cabo el día de la fiesta de la Virgen de Fátima, y por lo tanto su servicio presidencial a la nación comienza bajo la protección de María. El párroco ha dado a la pareja presidencial un cuadro inspirado en el tema de la paz.