(Fides) El acto patriarcal, manifestado a través de una declaración lanzada este 29 de abril por el Patriarcado de Antioquía de los siro-ortodoxos, marca formalmente el final de las discrepancias intra-eclesiales que en los últimos meses han perturbado la vida de la Iglesia siro-ortodoxa.
En el texto patriarcal, el Patriarca reafirma su papel como «Sucesor de Pedro» y custodio de la unidad de la Iglesia siro-ortodoxa, comunicando que ha recibido recientemente una carta en la que los cuatro metropolitanos perdonados presentaban sus disculpas al Patriarca por las declaraciones y juicios ofensivos que le habían dirigido.
Los seis Metropolitanos que entraron en conflicto con el Patriarca, el 8 de febrero emitieron un comunicado en el que afirmaban que el primado de la Iglesia sirio ortodoxa no merecía el título de «Defensor Fidei», ya en su opinión, había sembrado dudas y sospechas en los corazones de los creyentes, con declaraciones y acciones «contrarias a las enseñanzas de Jesucristo, de acuerdo con su Santo Evangelio». Entre las acciones atribuidas al patriarca como «traición a la fe» también habían mencionado que había alabado el Corán y considerado a Mahora como mensajero de Dios.
A mitad de marzo, el Sínodo de los obispos siro ortodoxos dispuso por su parte la suspensión a divinis de dos Obispos Metropolitanos que habían firmado la declaración contra el Patriarca, mientras a los otros cuatro, perdonados después, se les propuso firmar antes del 30 de abril, una carta de disculpa y arrepentimiento por sus decisiones tomadas en el pasado, consideradas como negativas para la comunión eclesial.
Los dos metropolitanos suspendidos a mitad de marzo son Severius Hazail Soumi, Vicario patriarcal en Bélgica y Francia, y Eustatius Matta Roham. Este último, antes guiaba la archieparquía siria de Jazirah y Éufrates, pero estaba expatriado en Europa desde finales de 2012, y no había regresado a su país en guerra.